Hace 75 años, con los medios disponibles de la época, Chile se lanzó a la instalación de una nueva base en la Antártica. Un año antes la Armada había inaugurado la base Soberanía, hoy Arturo Prat, pero en 1948 el Ejército buscó tener presencia en el continente ubicándose en la península de O’Higgins.
Con un nuevo asentamiento, éramos capaces de confirmar que nuestro país, al igual que varios en ese periodo, tenía intereses claros en esa zona. Este continente había sido descubierto en su totalidad en el siglo XX y las grandes potencias indagaban el aprovechamiento de sus recursos naturales.
Un viaje de estas características en 1948 dista mucho de los que encontramos hoy, por las capacidades tecnológicas y comunicacionales que hacían muy difíciles las informaciones desde zonas lejanas; pero tenía un aliciente. Dentro de la comitiva se encontraba el presidente de la República, Gabriel González Videla, con su esposa Rosa Markmann y sus hijas, además del general Ramón Cañas Montalva, teórico geopolítico e impulsor del concepto de la zona austral – antártica.
Era la primera visita de un jefe de Estado a la Antártica y con esta acción Chile reforzaba a nivel internacional la importancia de proteger sus intereses en este territorio. El viaje se completó con la inauguración de la Base Bernardo O’Higgins el día 18 de febrero de 1948, lo que marcó un hito dentro de la política nacional que se venía desarrollando desde el decreto 1747 de 1940, que delimitó el Territorio Antártico Chileno.
Desde entonces, la Base Bernardo O’Higgins cumple con sus labores de manera ininterrumpida, apoyando a la ciencia y demostrando soberanía en la zona polar.
Karen Manzano Iturra
Académica e Investigadora Instituto de Historia Universidad San Sebastián