Formación emocional en entornos educativos”, un libro para los docentes a partir de la experiencia
“La piedra angular de la educación es, sin duda, el profesor”. Así comienza el libro más reciente de Neva Milicic, Teresita Marchant y Soledad López de Lérida: “Formación emocional en entornos educativos”, que hemos querido relevar con ocasión del Día del Profesor y Profesora celebrado recientemente.
“Lo que me hizo convertirme en profesor fue ver que enseñar es algo que puede transformar la vida de las personas. Los profesores tenemos que estar conscientes de que enseñar es muy importante, porque desbloqueamos el potencial de los jóvenes y los hacemos constatar que sí tienen talentos”.
Estas palabras de Peter Tahichi, elegido por el Global Teacher Prize como el mejor profesor del mundo en 2019, son destacadas en el libro “Formación emocional en entornos educativos”, de Neva Milicic, Teresita Marchant y Soledad López de Lérida (Editorial SM), quienes comparten esa mirada sobre el rol protagónico que compete a los docentes y educadores/as.
El libro nace de mi motivación por mejorar la calidad de la educación, por la toma de conciencia de que un docente puede hacer la diferencia en la forma en que un niño experimente su vida escolar, ya sea como un espacio que lo haga crecer o que lo hunda en una sensación de incompetencia y desesperanza”, afirma Milicic. Palabras a las que se suma Teresita Marchant, quien cuenta brevemente la experiencia que vivió al liderar un proyecto para crear mejorar la educación municipal rural en algunas comunas de la provincia de Arauco y cómo el desarrollo de la autoestima, tarea que estuvo a cargo de Milicic, fue clave en su éxito. “Los profesores crecieron en lo personal y en el conocimiento del tema y vivenciaron el cómo transmitirlo a sus estudiantes a través de talleres experienciales. Ellos tomaron conciencia de la importancia de su rol, aumentaron su propia autoestima y mejoraron las expectativas de lo que ellos podían lograr con sus alumnos y con los padres de familia”, señala Marchant.
Para otra de las autoras, Soledad López de Lérida, menciona la relevancia de las competencias socioemocionales docentes (competencias SED). “Realicé mi primera investigación en contextos educativos estudiando sobre el bullying, en años donde aún el término era desconocido para la mayor parte de la población. Tengo la secreta esperanza de que suceda lo mismo con las competencias socioemocionales docentes, que es el tema que he continuado investigando y el cual espero que adquiera la misma o mayor popularidad que el concepto anterior. Estoy convencida de que las competencias emocionales docentes tienen una mayor prevalencia en el sistema educativo que el bullying y que son la respuesta para disminuir muchos de los problemas al interior de los colegios y amortiguar el impacto de las dificultades o déficits”
“Los cambios en educación pasan por una formación integral de los profesores”
Reconocidas especialistas en la materia, las autoras hacen hincapié en este punto. Además, señalan explícitamente que la pregunta que intentan responder en este libro es: ¿cuáles son los contenidos indispensables en su formación para que puedan favorecer el aprendizaje socioemocional en sus estudiantes, y les permitan desarrollar todo su potencial, en un ambiente emocionalmente seguro y nutritivo, y que, a su vez, tenga en consideración el bienestar docente?
Esta obra -escrita en pleno confinamiento por la pandemia- plantea propuestas que “están influenciadas, en parte, por la corriente de la psicología positiva, que se centra principalmente en los recursos de las personas para alcanzar su bienestar, por la corriente que investiga y desarrolla los conceptos de aprendizaje socioemocional y también por las últimas evidencias que nos ofrece la neurociencia sobre cómo se construye y qué acciones ayudan a la integración del cerebro”.
En el primer capítulo, llamado “Profesores Emocionalmente Competentes”, se abordan competencias SED orientadas al bienestar con estrategias para que el profesor promueva emociones positivas, lo que derivará en mejores interacciones con sus alumnos, apoderados, compañeros de trabajo y funcionarios; competencias SED orientadas a la comunicación como la escucha atenta y activa; competencias SED orientadas a la regulación emocional, lo que es clave para transmitir un modelo adecuado a los estudiantes en esta materia; y competencias SED orientadas al vínculo como la empatía y cercanía emocional.
Esta última, se señala en el texto, “es reflejo de un profesor que está disponible, por lo que sus alumnos saben que pueden contar con él o ella para compartir sus progresos, sus dificultades, sus inquietudes, sus problemas (…) Tiene un efecto a nivel cerebral: un aumento de la oxitocina, una hormona que favorece los vínculos, y una disminución del cortisol, responsable de los niveles de estrés, con lo cual se favorece la construcción de cerebros más positivos y felices”.
Algunos otros capítulos son los siguientes: Autoestima, la apreciación de sí mismo; Resiliencia, un concepto central para el desarrollo socioemocional; Clima Social Escolar, la percepción de los actores; La Violencia Escolar, un desafío para la escuela; Emociones y Programas que buscan su desarrollo en las comunidades educativas; entre otros.
Es un trabajo resultado de la participación de las autoras en numerosos talleres sobre este tema con profesores -en muchos contextos educativos, fundaciones y colegios- y de su vasta experiencia en proyectos de investigación y de docencia durante más de tres décadas.
