Las dinámicas sociales y sanitarias están en evolución permanente y la incertidumbre asociada a la pandemia por COVID-19 impacta sobre todas las personas, pero en particular, en quienes tienen autismo y sus familias, que se ven enfrentados a modificaciones en los servicios y redes de apoyo, en el sistema escolar, en sus programas diurnos u otros entornos y herramientas en la contingencia que vivimos.
Ante la incertidumbre respecto a la duración de la crisis que nos aqueja, hoy más que nunca debemos realizar abogacía para asegurar asistencia expedita a estos grupos, garantizando que se satisfagan todas sus necesidades, especialmente aquellas relacionadas a educación, salud y actividades de la vida diaria.
Será necesario adecuar los dispositivos de enseñanza en línea de manera especializada para estudiantes con formas diversas de aprendizaje, así como también, deberán considerarse esas particularidades en el ambiente laboral y el formato de teletrabajo. Sólo de esta manera podremos promover su salud, bienestar y calidad de vida durante esta crisis y así proporcionar continuidad de sus cuidados.
Es tarea de todas y todos impedir un retroceso en los derechos adquiridos, que no deben verse afectados durante la pandemia. También, en estas circunstancias, debemos fortalecer la participación de las personas con discapacidad, para generar respuestas inclusivas, colaborativas y accesibles a todas y todos.
Para nosotros, como miembros del Instituto de Ciencias de la Salud de la Universidad de O'Higgins, es fundamental hablar sobre autismo, porque es necesario crear un mundo más inclusivo para las personas con esta condición.
Ahora más que nunca, necesitamos más amabilidad y estar juntos/as.-
Med. Gabriel Reginatto y Dra. María Soledad Burrone
Instituto de Ciencias de la Salud
Proyecto Potenciat FIC IDI 40008879-0
Universidad de O'Higgins.
