Peligro inminente

San Fernando se caracteriza por poseer lugares con gran atractivo turístico para visitantes y para las propias personas de la comarca y sus alrededores. Su avance hacia la modernidad en varios sectores parece haberse detenido en el tiempo, configurando un paisaje tardo colonial con los propios avances que ha ido configurando nuestra sociedad actual. No obstante, hay que detenernos a analizar de manera rápida un peligro inminente que mezcla estas dos fronteras.

Uno de los símbolos más llamativos y representativos de San Fernando es la Iglesia de San Francisco, ubicada en pleno centro de la ciudad, en las esquinas de las intersecciones de Manuel Rodríguez y Valdivia, es claro representante de lo que ha quedado de épocas pasadas y que simbolizan parte de la identidad de nuestra ciudad. No obstante, y al igual que el nombre de una novela de Agatha Christie, en estos instantes representa un “peligro inminente” para los vecinos de la ciudad, siendo un grito a voces que pende de un hilo o de un movimiento telúrico fuerte para su eventual caída debido a los contundentes daños estructurales que posee.

En este punto es bueno recordar lo acontecido hace solo unos días en pleno centro de la ciudad de Santiago, cuando a un turista estadounidense quedó en estado de salud grave debido a la caída de escombros producto del desprendimiento de una fachada de un edificio residencial.

Las preguntas caen de cajón si comparamos las situaciones: ¿qué hacer con el edificio patrimonial que se ha convertido en una bomba de tiempo en nuestra ciudad? ¿podría repetirse la misma dinámica vivida en Santiago hace algunos días? ¿tentamos a la suerte o llamamos a nuestras autoridades a prevenir y no a lamentar?

Por el momento, solo sabemos de trabajos realizados el año 2021 para intentar estabilizar y mejorar en parte la estructura, lo que tuvo un costo de 75 millones de pesos, pero que en general, solo revisten un pequeño paso en todo un largo tramo de arreglos que necesita el edificio. Solo es de esperar que exista una verdadera preocupación, desde una vista patrimonial, pero sobre todo desde una perspectiva de seguridad y precaución ante situaciones evitables. Preocupémonos de nuestro “Peligro inminente”.