La necesidad de una formación educativa obligatoria se funda en su capacidad para brindar el capital cultural, indispensable para desenvolverse en forma plena en la sociedad. Se trata de multiplicar y reforzar las capacidades de niños y niñas de manera equitativa, buscando la construcción de una base común de entendimiento, sociabilidad e identidad.
Desertores y desertoras tienden a pertenecer a entornos de familias vulnerables según un estudio realizado por la UDD el año 2018, razón por la cual la pobreza, el bajo acceso al sistema de salud y el requerimiento de ayuda estatal son frecuentes en este segmento. “Un 14% de los jóvenes entre 15 y 19 años que desertó en educación media pertenece al primer quintil de ingresos, mientras que sólo el 2% se ubica en el quinto quintil.”
Según la última encuesta Casen en Chile (2020), existen más de 5 millones de personas mayores a 18 años que no han completado su escolaridad. Esta cifra no ha bajado durante los últimos años porque en todo el mundo, la prolongada suspensión de clases presenciales generó un profundo impacto en el sistema escolar, y de acuerdo con información oficial, ha conllevado como consecuencia la deserción escolar de niños, niñas y jóvenes que por diferentes motivos dejaron de asistir a clases.
El MINEDUC estimó que aproximadamente 40.000 estudiantes de educación primaria y media no se habían matriculado en 2021. De manera que aún no hemos alcanzado a dimensionar el real impacto de la deserción escolar sobre la vida de decenas de miles de niños y niñas.
Los testimonios que hemos recogido en décadas de trabajo con adultos y jóvenes con escolaridad incompleta en el Colegio INFOCAP, nos muestran el daño y las secuelas de largo plazo en la calidad de vida y el acceso al trabajo de generaciones completas que no fueron capaces de terminar con sus estudios, fenómeno que hoy se ve sustancialmente agravado por la pandemia.
Tanto, el Estado como la social civil deben mitigar, y ojalá erradicar, el abandono del sistema escolar, acompañando y reinsertado a quienes fallan en el camino, para asegurar que puedan contar con las herramientas mínimas para hacer un aporte digno y constructivo al nuestro futuro común.
Francisco Retamal Peñaloza, Director de Colegio Infocap.
