Hace tan solo unos días se anunció el Plan de Recuperación Inclusiva, también llamado "Chile Apoya". Allí, se propusieron 21 medidas destinadas a mitigar la inflación y los efectos económicos de la pandemia. Entre lo señalado, está alcanzar un salario mínimo de 400 mil pesos brutos a final de año y aumentar la beca Junaeb BAES en un 15%.
Al sueldo bruto, para que se transforme en el dinero que finalmente llegará al bolsillo del trabajador, conocido como sueldo líquido, se le deben hacer los siguientes descuentos: (I) 10% de AFP, a lo que se agrega la comisión asociada, siendo la más baja aquella de AFP Modelo, con 0.58%; (II) 7% para prestaciones de salud; (III) 0.6% del Seguro de Cesantía; (IV) 1.53% por concepto de Seguro de Invalidez y Sobrevivencia; y (V) 0.93% vinculado al Seguro de Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales, más una tasa adicional según cual sea la actividad desarrollada. En base a lo antedicho, si a los 400 mil pesos prometidos como salario bruto a final de año se le hacen los respectivos descuentos, lo que cada trabajador recibiría seguiría estando en el orden de los 300 mil pesos. Agregado a ello, es menester considerar la mayor alza -desde 1993- que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró, siendo de 1.9% mensual, 3.4% en lo que va del año y 9.4% durante los últimos 12 meses. En suma, lo propuesto por el gobierno es una cifra que a primera vista suena llamativa, pero si se analiza detenidamente, es indigna y no presta atención al real costo de vida.
A propósito de lo indicado, es menester recordar la promesa de campaña referente a un salario mínimo digno, cuya palabra -dignidad-, fue cifrada en 500 mil pesos, empero, el gobierno ha manifestado que se luchará para alcanzar ese monto recién el año 2026. Contemplando la actual e histórica inflación al alza y que el estudio de donde surgió tal valor del sueldo mínimo es previo al año 2021, no cabe duda de que medio millón de pesos va a ser insuficiente, ante lo que es lógico inferir lo siguiente: El gobierno que prometió dignidad salarial, en realidad no la cumplirá, pues si hipotéticamente se concretara el salario mínimo de 500 mil pesos brutos para el año 2026, semejante monto no alcanzará para vivir, es más, tampoco es suficiente ahora en abril de 2022, ya que el costo de vida está elevadísimo y la línea de la pobreza bordea los 620 mil pesos brutos.
Otra medida propuesta en "Chile Apoya", es el alza de la beca Junaeb BAES en un 15%, traduciéndose tal porcentaje en $4.800. Si bien, es un aumento que no se realizaba hace 9 años, sigue siendo escaso, al valorarse a $1.800 cada almuerzo. ¿Quién puede comer dignamente con esa cantidad? Los conformistas, frente a las minúsculas alzas mencionadas, dirán frases del estilo: "Algo es algo" y "peor es nada". Sin embargo, un gobierno que prometió grandes cosas para la sociedad, debe estar a la altura, cumpliendo plenamente con su palabra, es decir, hacer digno lo indigno, y no perpetuar la indignidad, entregando lo que popularmente se conocen como "pildoritas" que poco y nada aportan.
Previo a las elecciones y posterior al triunfo, se vociferaba ser un gobierno que venía a refrescar la política, sin caer en nepotismos ni dar premios de consuelo a los perdedores, no obstante, aquello fue olvidado. Un tercio de los seremis son candidatos que perdieron alguna elección, lo que se traduce en 83 de los 267 totales, asimismo, otros 2 son ex autoridades que quedaron cesantes el 11 de marzo, totalizando 85 personas con "premio de consuelo". Por su parte, referente al nepotismo, el gobierno contrató -por 3 millones de pesos mensuales- al hermano del ministro de Economía en la Subsecretaría de Desarrollo Social, nombró a la hermana de la diputada Claudia Mix como Seremi de Cultura por la V región, y designó, pese a la escasa experiencia, a la hija de la periodista Mirna Schindler, Javiera Corvalán Schindler, como jefa jurídica del Ministerio del Interior, reemplazando a un funcionario con 18 años de carrera, e incluso, se le otorgó un sueldo cercano a los 4 millones de pesos.
Desde lo mencionado, se puede desprender porqué Gabriel Boric presentó una aprobación -actualmente aún más a la baja- del 45% a 3 semanas de asumir, cifra inferior a la alcanzada por M. Bachelet y S. Piñera en el mismo período. El mandatario, no solo ha dejado de lado las promesas sobre dignidad, especialmente en materia salarial, sino también cayó en artimañas políticas bastante repudiadas socialmente, como ha sido (1) El nepotismo, al contratar -con alto salario- a familiares de personajes conocidos; y (2) Los "premios de consuelo" a candidatos perdedores, quienes se transformaron en Seremis.
Javier Osorio O.
Ex Vicepresidente Interno Federación de Estudiantes USS, sede Santiago
Estudiante de Derecho UAH