Se ganó el respeto y admiración entre sus pares, debido a su gran intelecto y sencillez. Es autor de la intensidad sísmica instrumental, un parámetro usado para determinar el riesgo sísmico.
Debido a los enormes daños causados por los sismos de gran magnitud, es preciso hacer un adecuado diseño sismorresistente. Esto, con el fin de evitar el colapso de las estructuras y salvar la mayor la cantidad de vidas.
Durante décadas, no existió un parámetro objetivo para determinar el nivel de daño que causaba un terremoto; por el contrario, dicha estimación se basaba en parámetros no objetivos, como, por ejemplo, número de viviendas colapsadas, cuantas personas sintieron el terremoto, cuantas personas se mantuvieron en pie, etc.
Posteriormente, a mediados de la década del ´60, se publicó un parámetro para evaluar el riesgo sísmico de un área. Este trabajo fue desarrollado por el académico nacional Arturo Arias Suárez.
El parámetro establecido es conocido como Intensidad de Arias (IA), que es una medida instrumental de mayor confiabilidad que otros indicadores, como la Intensidad espectral de Housner y la Intensidad de la Agencia Meteorológica de Japón. Sirve para evaluar los daños que un sismo provoca en las estructuras.
Los ingenieros pueden prever la reacción del suelo ante la energía de un sismo gracias a la Intensidad de Arias.
La norma chilena Nch of 1996 rige cómo se deben llevar a cabo las obras. Para su diseño fue necesario hacer un estudio de riesgo sísmico, donde se utiliza la Intensidad de Arias como criterio de referencia. Distintos códigos de diseños la utilizan para su elaboración.
Con la Intensidad de Arias se puede determinar el factor de amplificación o disminución de las ondas símicas que se expanden por el interior de la tierra. Para esto es necesario contar con registro de las aceleraciones de un sismo. Toda esa información es importante para un estudio de riesgo sísmico.
Su vida
Nació en Nueva Imperial el 10 de agosto de 1923. En 1948 se titula de ingeniero civil. En 1946 asume como ayudante de la cátedra de Cálculo estructural del profesor Luciano Claude, de quien aprendió el rigor intelectual que lo caracterizó. En 1951 hizo una investigación sobre las cargas estáticas que se deben considerar en el diseño de estructuras que soportan alta tensión publicando un manual llamado “Normas básicas y recomendaciones para el diseño de muros gravitacionales de tranques y vertederos”, escrito en 1952.
En 1958 asume como Director del IDIEM, Instituto de Investigaciones y Ensayes de Materiales, y posteriormente, recibe un reconocimiento de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Unesco. Para el año 1959 se le encarga la tarea de dirigir el Instituto de Matemáticas y Física. En 1965 pasa a ocupar el cargo de secretario de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile. En 1967, se le otorga el Premio Ramón Salas Edwards.
A fines de la década del 60 se presentó como candidato a Decano de la FCFM, donde perdió frente a su opositor Enrique D’ Etigny.
Otro aspecto que caracterizó al profesor Arias fue prestar ayuda de forma desinteresada. En una ocasión recomendó a un académico del departamento de Ingeniería civil, Maximiliano Astorga, hacer un estudio más estadístico sobre la “capacidad de deformación lateral de tabiques”. Astorga sigue su consejo y su investigación se convirtió en un trabajo muy citado.
Tras la llegada de la Junta Militar en 1973, Arias y su familia emprenden rumbo a México, donde fue recibido por el Director del Instituto de Ingeniería de la Universidad Autónoma UNAM. Emilio Rosenblueth. Ahí formó a numerosas generaciones de alumnos.
En 1984 regresa a Chile a reintegrarse a la Universidad de Chile, donde destaca su trabajo en la Norma sísmica ETG 1015 para obras civiles de centrales eléctricas de Endesa y su aporte a la norma de diseño sísmico de edificios Nch 433. of 96.
Años más tarde, en 1993, fue incorporado como miembro de número de la Academia de Ciencias de Chile. En 1999 fue premiado por el Instituto de Ingenieros Raúl Devés Jullian y en el 2000 recibió una distinción como Profesor Emérito de la Universidad de Chile y miembro honorario de la Asociación Iberoamericana de Ingeniería Sísmica.
Su deceso, ocurrido el 11 de marzo de 2001, sorprendió a quienes lo habían conocido. Su viuda dijo en aquella ocasión: “Vi a ingenieros llorando, mientras lo velábamos en nuestra casa”.
Sus familiares y amigos aseguran que fue una persona que no sólo se destacaba por su intelecto, sino también por su sencillez y humildad.
Osvaldo E. Ramírez Boza
Ingeniero civil estructural
Universidad Andrés Bello
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Centro de Estudios y Reflexión San Fernando