Se sabe que existen más o menos 2.500 géneros o tipos de música distintas (al menos las más conocidas), además sabemos que las personas en general en estos tiempos tienen mucho más acceso a escuchar estos estilos a través de las distintas plataformas electrónicas, pero al parecer, nosotros los adultos nos quedamos generalmente con no más de 20 estilos en toda la vida, por lo que de los 2.500, solo escuchamos en promedio menos del 1 % de la música que producen los seres humanos y, paradojamente en el momento que más tenemos acceso a Ella, es que se está escuchando cada vez menos estilos musicales.
Al mismo tiempo en el campo de la ciencia, se descubren cada vez más las potencialidades que posee la música para el ser humano. Se han hecho variados estudios de cómo funciona positivamente el cerebro cuando se está escuchando atentamente una canción, y en el más espectacular de los casos, es cuando el ser humano está tocando un instrumento, donde su cerebro está trabajando y desarrollándose en una sincronía y amplitud mental y corporal. Escuchar y hacer música, es también una forma de meditación, ya que se está en el aquí y ahora, concentrado/a y equilibrio.
Entre otros muchos aspectos que posee la música, es que esta juega un rol fundamental en la formación y desarrollo cognitivo, relacional y afectivo de las personas.
La música estimula ambos hemisferios cerebrales de manera importante más que ningún otro tipo de estímulo psico-corporal. Por Ejemplo, la tonalidad afecta al córtex prefrontal, cerebelo y el lóbulo temporal. Por su parte el ritmo afecta al córtex frontal Izquierdo, córtex parietal Iz. y al cerebelo derecho. La música activa los centros de recompensa y placer, estimula la producción de serotonina (que es la hormona de la felicidad), también ayuda a reducir los niveles de cortisol, (que es la hormona responsable del estrés y la ansiedad).
Los seres humanos podemos percibir conscientemente una muy amplia gama de sonidos, canciones, timbres de instrumentos, ritmos, tesituras y dinámicas musicales al escuchar una variedad sonoro-musical, lo que amplía las capacidades de las personas en muchos ámbitos, especialmente en los senso-perceptivos y emocionales.
En estos últimos años, observando solo a las nuevas generaciones, estas no escuchan más de 10 estilos de músicas diferentes promedio, lo que merma absolutamente la capacidad para lo cual viene diseñado el cerebro, o sea, el sin fin de características y formas que posee el fenómeno sonoro para estimularlo y, por lo tanto, hacerlo más ágil e inteligente.
¿Quién escucha a; Bach, Mozart, Beethoven, Chopin, Violeta Parra, Debussy, Carlos Gardel, Miles Davis, Silvio Rodríguez, Inti illimani, Pat Metheny, Daddy Yankee, Bob Marley, Jimi Hendrix, Maluma, Tomy Rey, Víctor Jara, Pink Floyd, Kiss, Spinetta, Buena Vista Social Club, Vicente Fernández o Slayer, por nombrar cerca de 20 estilos?. No se trata de que te tengan que gustar todos, pero sería muy positivo conocer y escuchar detenidamente de los 2.500 de ellos, al menos 50 o 100, solo con el objetivo de que tu cerebro decodifique otro tipo de información y ordenamiento sonoro para provocar que tu inteligencia aumente a través de la creación de nuevas redes neuronales.
Es tan complejo el tema que pienso que las mejores decisiones deberían ser tomadas conscientemente en un ambiente sonoro o musical de calma y a un volumen bajo, que desde el ruido o desde la música acelerada y estridente.
Lo que propongo principalmente es estar más consciente de la cantidad de estilos de música y de los ambientes sonoros a los que se está expuesto constantemente y ojalá hacer música, ya que todos los seres humanos poseemos inteligencia musical, tanto para escuchar como para tocar un instrumento o cantar.
Esto nos llevará a ser personas con estados más elevados de conciencia, más sociales, ya que la música no solo es para percibirla y ser más inteligentes, sino para que también te sensibilice, te sane y te haga mas inteligente emocionalmente y por lo tanto más resiliente frente a la adversidad. Si tomamos conciencia de que la música no solo existe para las fiestas, fines ritualistas o para acompañar, y nos damos cuenta que puede ser protagonista de nuestro día a día, estaremos desde hoy accediendo a nuevos mundos sonoro-musicales con solo hacer un click en nuestro celular, TV, radio, computador, o simplemente quedándonos en silencio. Por lo que se invita a las personas a escuchar atentamente esas músicas y sonidos, pero principalmente se les invita a explorar más estilos, a darse cuenta del mundo musical que nos rodea y con esto ampliar otros campos de la mente y potenciar nuestra inteligencia racional y emocional.
Freddy Farias Madriaza
Pro. Ed. Musical
Máster en Musicoterapia
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