Estimada comunidad y lectores de este prestigioso medio, ¿ustedes saben que en nuestro Hospital San Juan de Dios de San Fernando, cerca del 80% del personal de salud son mujeres? Así es, la confianza, la responsabilidad, el cuidado y protección del paciente, la promoción y prevención en salud recae en un alto porcentaje de mujeres trabajadoras y de esfuerzo, que día a día entregan lo mejor de sí para cada usuario, familiar y quien asista a nuestro centro asistencial.
Pero ¿por qué se da esta situación?, simple, la funcionaria hospitalaria toma lo mejor de su vida personal para retribuirlo en su trabajo. Vemos así mujeres que son líderes en sus servicios, que son queridas tanto por sus pares como por los funcionarios varones, son madres, abuelas, tías, incluso buenas amigas que se cuidan entre sí y que su principal función es dar una atención de calidad y con seguridad en todas las áreas existentes en un hospital.
Es así como la mujer se ha posicionado en esta sociedad de la mejor forma, en su mejor versión. Cuando estamos siendo evaluados por entidades externas, sacan a relucir su sabiduría, su lógica de cómo ver las cosas y principalmente, su vocación.
La funcionaria hospitalaria dedica mucho de su tiempo de la semana para brindar una excelente prestación, incluso, quienes trabajan en los turnos dejan por un momento a su familia para estar al servicio público, aunque esto no es tan solo de la mujer, sino que también de los hombres que son unos aliados claves en dar con el sentido de un hospital, que es entregar la mejor atención.
Y sin lugar a dudas hoy es un día especial, no para festejar ni celebrar, sino para reconocer este arduo trabajo que hemos tenido desde que en algún minuto nos insertamos al ámbito laboral hace muchos años.
A mis queridas funcionarias, a nuestras usuarias y mujeres en general, solo quiero decirles que la vida está llena de retos para nosotros y de situaciones que aún día podremos superar, como la desigualdad… aunque vamos por el camino correcto.
Pero sobre todo, hoy es un día para valorar ese esfuerzo que cada una de ustedes imponen.
Nunca bajen los brazos y siempre sigan con la frente en alto ante cualquier adversidad.
Se despide atentamente,
María José De Witt Troncoso
Directora Hospital San Fernando
