Estimados lectores, en las siguientes columnas estaremos conversando respecto de los actos eleccionarios que se avecinan en este mes de noviembre y seguramente durante el mes de diciembre.
Creo que la gran mayoría el país entiende que estamos en un momento histórico para el futuro de nuestro país. Se encuentra en redacción una propuesta de eventual nueva Constitución. Este texto deberá ser puesto al escrutinio del electorado en un plebiscito de salida, con la particularidad que en este evento el sufragio será obligatorio para todos los electores habilitados.
Ahora el por qué decimos que seguramente también durante el mes de diciembre, se debe a que desde que se modificó la Constitución Política de la República para permitir que se efectuara una segunda votación Presidencial, si a la elección de Presidente de la República se presentaren más de dos candidatos y ninguno de ellos obtuviere más de la mitad de los sufragios válidamente emitidos, el mecanismo ha sido utilizado sin excepción.
No cabe duda estimados lectores que, todos, cuál más cuál menos, entendemos que estas próximas elecciones no son una más.
Este mes de noviembre no sólo se elegirá un nuevo Presiente de la República, sino que, también, se renovará la totalidad de la Cámara de Diputados y casi la mitad de los Senadores de la República (esta elección se desarrolla sólo en las regiones pares y región metropolitana).
Desde el punto de vista político, claro está esos son los cargos de mayor relevancia, no obstante, como hemos visto en anteriores columnas, los Consejeros Regionales son una autoridad pública de la mayor relevancia para el desarrollo de las regiones del país, ya que dentro de sus múltiples funciones se encuentra la de determinar inversiones y adelantos para el ámbito regional.
Bien, pero regresando al aspecto más bien de política nacional, nos centraremos en las elecciones de Presidente de la República, Senadores y Diputados.
Como hemos sostenido a lo largo de anteriores columnas, siempre es bueno hacer un poco de historia para poner las cosas en contexto. De esta forma, resulta muy interesante que tengamos a la vista que, en las anteriores elecciones del mismo tipo en el año 2017, emitieron su voto 6.674.159 (3.645.798, mujeres y 3.028.361 varones). Ahora bien, si pensamos que el padrón para aquella elección llegó a los 14.308.151, en definitiva, sufragó un poco más del 46 % del electorado (datos públicos disponibles en www.servel.cl).
Traemos estos antecedentes para que Ustedes, como electores tengan la certeza que la única encuesta valedera es la propia elección del día domingo 21 de noviembre de 2021.
Mucho se escucha sobre predicciones de resultados, los que lamentablemente dejan fuera la variable que, no más de la mitad del electorado habilitado para sufragar lo hace.
Desde este punto de vista, las encuestas resultaban ser un instrumento muy certero con el antiguo sistema de inscripción voluntaria y voto obligatorio, ya que con este sistema votaban históricamente un poco más de un 80% el electorado, ya que, al ser el sufragio obligatorio existían multas para aquellos que no cumplían esa obligación.
Con ese universo de certeza de votantes, claro las encuestas obtenían resultados destacables.
Cuando el sistema cambió en el año 2012, y pasó a ser de inscripción automática (obligatoria) y de voto voluntario, se pasó de un padrón de un poco más de 7 millones a uno de 13.404.084 de votantes. En ese sentido, se incluyeron de forma obligatoria a un electorado totalmente impredecible.
La lógica de este cambio era que, se aumentara la participación electoral, ya que el porcentaje de población que se inscribía voluntariamente en los Registros Electorales era muy bajo. Se calculaba que un poco más del 50% de los ciudadanos que tenían derecho a estar inscritos lo estaban, lo que generaba que la mitad de la población electoral tomara las decisiones por el total de la población.
Pues bien, lo que sucedió en la primera elección con el nuevo sistema de voto voluntario e inscripción automática, es que sólo 5.771.372 emitieron su sufragio, es decir, un poco más del 43% de los potenciales electores emitieron su voto. Lo curioso de este cambio, es que no sólo no concurrieron más votantes, sino que, emitieron el sufragio menos electores que con el antiguo sistema. Una posible explicación para este fenómeno radica en que aquellos que efectivamente estaban inscritos en el antiguo sistema lo estaban de forma voluntaria, es decir, tenían la clara intención de participar en las decisiones electorales.
En el tiempo, ha sido la misma lógica, observándose mayores participaciones en elecciones Presidenciales, y menores en las municipales.
Estimados lectores, en las siguientes semanas conversaremos sobre con qué se encontrarán el día de la elección, y qué deberán hacer al concurrir a los locales de votación.
