Por: Carlos Paredes P.
Docente de la carrera Ingeniería en Informática
IP Santo Tomás Rancagua
Nuestro país avanza en torno a mejorar los niveles de Ciberseguridad ante la creciente amenaza de delitos asociados. Esto se ve reflejado en el ranking mundial que nos posiciona en el puesto número 43, según la National Cyber Security Index (https://ncsi.ega.ee), lo que nos pone en la vanguardia a nivel sudamericano, dejando atrás a Paraguay que se ubica en el puesto número 44, país que cuenta con un ministerio exclusivo para temas de Tecnologías de la Información y Ciberseguridad.
Otros países sudamericanos que siguen en este recuento son Argentina (lugar 65), Uruguay (lugar 66), Brasil (69) y Colombia (68).
Los indicadores más fuertes se encuentran en áreas como la lucha contra la delincuencia por parte de policías, operaciones cibernéticas militares y el desarrollo de políticas gubernamentales de ciberseguridad. Estas últimas se han fortalecido con la creación por parte de nuestro gobierno de la Unidad de Respuesta a Incidentes de Seguridad Informática. (https://www.csirt.gob.cl/). Esta nueva Unidad trabaja en forma colaborativa con organismos internacionales como la CSIRTAAmericas, que pertenece a la Organización de Estados Americanos (OEA).
Sin embargo, los esfuerzos no son suficientes, las brechas de ciberseguridad hacen necesario mejorar algunos indicadores, como la gestión de crisis cibernéticas y la protección de datos personales, esto en el entorno público y privado. Para ello, es necesario reforzar dos frentes.
Se debe trabajar en la actualización de las leyes vigentes; nuestra legislación hace necesario contar con una nueva ley de delitos informáticos. La normativa que rige actualmente en Chile es del año 1993 y en el congreso hay varios proyectos de ley asociados que buscan actualizar estos temas. Desde el año 2017, Chile se adhirió al convenio de Budapest, el que tiene por objetivo hacer frente a los delitos Informáticos
Finalmente, la educación de ciberseguridad es un factor importante que se debe fortalecer, ya que las personas son consideradas el eslabón más débil en cuanto a la seguridad Informática. Esto se ve reflejado en el constante aumento de ataques de Phishing e Ingeniería Social. Educar, capacitar y crear una conciencia digital es parte de la solución para frenar las amenazas actuales.
* Sobre el autor: Licenciado en Ciencias de la Ingeniería, Ingeniero Civil Industrial e Ingeniero en Informática. Se desempeña como jefe de la Unidad de Tecnologías de la Información de la Corporación Municipal de Rancagua, área salud. En el año 2015 se integra como docente al Instituto Profesional Santo Tomás Rancagua, dictando la asignatura Seguridad Informática. Actualmente, está cursando un Máster en Ciberseguridad en la UCAM de España.
