Bono IFE: Una vía de escape

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Últimamente, matinales y noticiarios han destacado con sumo ahínco la gran cantidad de ofertas laborales que existen en el mercado, versus el interés por trabajar. Suelen ligar aquello, superficialmente, a 2 aspectos. El primero, se relaciona con la entrega del bono IFE, mientras el otro, derechamente, apunta a la flojera.

En sintonía con lo anterior, varias personas comentan que por el beneficio estatal la gente ya no quiere trabajar para mejorar su calidad de vida, tratándolos como si fuesen mediocres, o incluso, palabras mucho más fuertes. Esto no sólo es una ofensa, sino que también constituye un error garrafal, al mirarse todo, únicamente, considerando la acción exteriorizada, como es el no querer trabajar. No obstante, falta lo más importante: ir hacia al fuero interno de cada uno, o sea, al porqué de la situación.

El sueldo recibido, generalmente, no alcanza para vivir, debiendo hacerse maniobras que permitan "llegar a fin de mes" donde, adicional a los gastos comunes de todo hogar, se suman las deudas, reinantes en el grueso de la población, tornando aún más insuficiente vuestro salario pese a trabajar 5 o hasta 6 días a la semana. Durante los días libres, las familias chilenas se caracterizan por escoger entre 2 opciones: (1) descansar, sin hacer más allá que los quehaceres hogareños, presentes, por cierto, también en días laborales; o (2) realizar actividades para distraerse, cobrando vital importancia el círculo social.

Por si lo recién comentado no fuese lo suficientemente agobiante y estresante, al ámbito del trabajo se agregan jefes comúnmente no muy agradables ni capaces de valorar y validar como personas a sus trabajadores. En suma, el chileno promedio vive en un círculo vicioso, pues trabaja para subsistir casi sin lujos y sorteando un ambiente laboral poco grato o, dicho de otra forma, es como una rata dentro de una "rueda" que le causa daño, pero que está imposibilitado de dejar de mover o sino muere.

Si, hipotéticamente, a ese mismo ser se le dijera que puede, en base a lo que está pasando a nivel mundial, salir de tal círculo vicioso con la posibilidad de recibir lo mismo o un monto levemente superior a su sueldo habitual, esto pensando en una familia de 4 personas que vivía con el salario mínimo y ahora recibe $500.000 del bono IFE, indudablemente lo va a hacer, porque estaba esperando la forma para escapar de este ambiente hostil, pero sin verse perjudicado.

Retomando lo comentado al inicio y a partir de lo señalado, es imperioso decir que las personas no son flojas ni mediocres. Sólo ven en el bono IFE la posibilidad de postergar lo máximo posible su retorno a la "rueda", pues están dañadas, estresadas, aburridas e indignadas de vivir en un sistema donde no se les valora ni se les considera como personas, sino que son una pieza fácilmente reemplazable de la maquinaria, así como también están hartas de no poder defenderse ante los atropellos de sus superiores, porque si lo hacen quedan cesantes y no pueden llevar el dinero a su hogar para, tal vez no vivir, pero sí subsistir.

Javier Osorio O.
Ex Vicepresidente Interno Federación de Estudiantes USS, sede Santiago
Estudiante de Derecho UAH

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