¿En qué cielo descansan los poetas cuando el sueño los acoge y los envuelve? Esta era una de las tantas preguntas que se hacía Olga Aguilera Bustamante, memorable poeta colchagüina, maestra que dignificó la poesía, la amistad y al arte local.
El 31 de agosto 2024, cuando el rocío de la mañana se descolgaba de los minúsculos botones de las rosas y el piar de zorzales anunciaban un nuevo día; una de nosotros alzaba su vuelo al “País de los poetas”, un vuelo sin regreso, un vuelo para decirnos que la vida es tan corta y efímera.
La Mama, la Maestra y para sus más cercanos fue simplemente nuestra Olguita, fue un placer de haberla tenido entre nosotros, siempre amable, siempre dispuesta para recibir a sus amigas y amigos, su casa siempre estuvo abierta para coger la poesía, a sus amados poetas y si era con sonrisas, recuerdos y guitarras, ¡¡¡mucho mejor!!! Porque Olga, fue un ángel de pie embarrado, una mujer consecuente con su pensamiento y escritura, maestra-campesina que lanzó sus versos por todo su territorio, para que germinen en nuevos surcos, en el presente y futuro.
Nuestra maestra, no se fue sola, se fue acompañada de una hermosa familia, de amigas y amigos que la amaron verdaderamente y del reconocimiento de una comunidad que valoriza su legado poético y de persona honorable.
La Mama, la Maestra, la Olguita, ya está en el “País de los Poetas”. Fue recibida con flores y aplausos, la abrasaron sus padres, sus hijos, sus amigos; recibió su propio carnaval de challa, para que ella vuelva a sentir dos veces, que vivir es algo único, eterno y hermoso. Por vecinos, tiene a tres poetas, a Héctor Flores Donoso, al Tata Lara y al maestro José Luis Montero. Ella vivirá por siempre en una casa blanca, en sus patios hay réplica de sus jardines de la Cuesta Lo González, al fondo de la huerta, las montañas de su patria, al pie de un bosque, las aguas del Tinguiririca que van cuesta abajo hasta llegar a los Andes. La poeta nunca estará sola, estará su siembra, sus versos, sus amigos, su pueblo. Estará pendiente para recibirnos, cuando lleguemos con nuestras guitarras, poemas, nuestros libros y sueños.
