Este año, los doctores Rodrigo Cosmelli y Erick Rodríguez, ambos cirujanos maxilofaciales de Hospital San Fernando, realizaron una importante intervención quirúrgica con una inédita técnica de gestión y desarrollo que consideró una planificación utilizando tecnología en 3D para tratar a una paciente que padecía de un tumor mandibular, el cual fue extirpado con éxito. Hace algunas semanas, ambos profesionales encabezaron una intervención de similares características, esta vez para tratar un trauma facial con resultados más que satisfactorios.
“La cirugía que se realizó en Hospital San Fernando, consistió en la reconstrucción de piso orbitario de un paciente que sufrió un accidente de tránsito. La particularidad es que, como centro asistencial, ya hemos implementamos la tecnología 3D lo cual nos ha facilitado bastante el trabajo de adaptación y reconstrucción de algunas zonas del territorio maxilofacial, lo que permite una certeza y una precisión bastante más segura junto con una disminución en el tiempo quirúrgico, esto gracias a la expertiz que tiene el doctor Rodríguez en el manejo de los programas en 3D”, señaló el Dr. Rodrigo Cosmelli.
Enfatizó que este procedimiento tiene su punto de partida desde el examen imagenológico, del cual se extrae el modelo para implementarlo en el programa 3D, “lo que permite generar una imagen en espejo, lo que significa asimilar una zona de la cara, del maxilar o mandíbula, para chequear el punto de fractura; esto luego es impreso en un formato que nos ayudará a hacer la adaptación con las placas de osteosíntesis, para finalmente amoldarla y desarrollar el procedimiento quirúrgico en el paciente. Así, tendrá un molde perfecto, con resultados importantes tanto en su recuperación como en su calidad de vida”.
En palabras simples, se elabora un molde en 3D del rostro fracturado en base al examen imagenológico, para luego amoldar la placa que finalmente se instala en el paciente mediante el procedimiento quirúrgico. “En esta oportunidad, la técnica quirúrgica la aplicamos en un trauma facial, anteriormente fue en una patología tumoral. La cirugía tuvo una duración de 1 hora y media, lo que antes solo en amoldar las placas consideraba más de dos horas y media; tuvimos una reducción notable”, agregó Dr. Cosmelli.
Sobre el paciente, indicó que “su recuperación ha sido bastante positiva; pero en tiempos prácticos depende mucho de la fisiología de cada persona. En general, lo importante es que la adaptabilidad y el control post operatorio con scanner, nos señala que el resultado ha sido mucho más exacto y preciso de lo que desarrollábamos hace un par de años. Esto es clave, porque los riesgos que se pueden presentar en los postoperatorios eran altos: con esto lo disminuimos en un porcentaje bastante considerable”.
Finalmente, el doctor Cosmelli enfatizó que “cada día, las tecnologías que están al servicio de nuestros usuarios se han podido aplicar en centros de atención pública, de la misma manera y bajo el mismo estándar que se ejecutan tanto hospitales fuera de Chile como clínicas privadas en el país”.