Polinizan, producen miel, permiten mejorar los ecosistemas y, según los últimos estudios, incluso pueden detectar el Covid. Hoy, en la celebración de su día, las abejas enfrentan un difícil momento y que puede llevarlas a la extinción. De allí la importancia de destacar su aporte y cómo podemos ayudarlas.
Imagina que de un día a otro ya no cuentas con frutas, semillas u hortalizas. Imagina que las flores, árboles y arbustos comienzan a desaparecer, no se reproducen y, por ende, dejan de generar oxígeno para nuestros pulmones. Imagina que nuestros alimentos ya no son tan saludables y que escasean. Y todo por un solo motivo: la falta de abejas.
Es el dilema que plantea la celebración del #DíaMundialDeLasAbejas, hoy 20 de mayo. La fecha quiere no solo destacar que las abejas son una de las criaturas más laboriosas del planeta y que benefician a la humanidad y el medio ambiente desde hace siglos. También busca generar conciencia que, en la actualidad, el número de abejas, polinizadores y muchos otros insectos está disminuyendo.
Lo antes dicho, recae en un solo hecho: las abejas corren el peligro de extinguirse. Según cifras oficiales de Naciones Unidas, las tasas de extinción de especies son de cien a mil veces más altas de lo normal debido a las repercusiones humanas.
Esta preocupante situación se debe a prácticas agrícolas intensivas, el cambio en el uso de la tierra, los plaguicidas, las especies exóticas invasoras, enfermedades, plagas y -además- el cambio climático.
De seguir esta tendencia, algunos cultivos nutritivos, como es el caso de las frutas, los frutos secos y muchas hortalizas, podrían ser sustituidos más habitualmente por cultivos básicos como el arroz, el maíz y las papas, que -en definitiva- generarían una dieta desequilibrada.
Qué hacen y cómo ayudarlas
Pero, ¿por qué son importantes las abejas? Según explica la profesora asistente e investigadora del Instituto de Ciencias Agroalimentarias, Animales y Ambientales (ICA3) de la Universidad de O'Higgins, Dra. Andrea Müller, las abejas producen alimentos con reconocidas propiedades nutricionales, como la miel y el polen, a la vez que elaboran diferentes productos de la colmena, como propóleos, jalea real, cera, apotoxina, entre muchos otros. "Pero, también son importantes para otros alimentos que consumimos, como frutas, verduras y semillas, contribuyendo a la seguridad alimentaria y a la nutrición de muchos seres vivos, además de ayudar en la regeneración del medioambiente", puntualiza.
Cabe destacar que la polinización es un proceso fundamental para la supervivencia de los ecosistemas y esencial para la producción y reproducción de muchos cultivos y plantas silvestres. Casi el 90 por ciento de las plantas con flores dependen de la polinización para reproducirse.
"Por esto es muy importante concientizar a la comunidad de la Región de O'Higgins, sobre cómo podemos contribuir a respaldar, restablecer y mejorar la función de estos importantes polinizadores", indica la investigadora.
Agrega que este 2021 es el año internacional de las frutas y verduras, por eso -aclara- es relevante destacar a los polinizadores como las abejas, porque cumplen un papel primordial al polinizar cultivos de manzanas, naranjas, kiwis, sandías, tomates, entre otros.
Andrea Müller encabeza un proyecto de vinculación financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), a través de recursos FIC de O'Higgins, que contempla generar capital social entre los diferentes actores del rubro apícola de la región.
"El capital social, son todas las relaciones que se basan en confianza, cooperación y reciprocidad, y que son fundamentales para trabajar en conjunto y así determinar los principales problemas y desafíos que tiene este rubro en la zona. Si trabajamos coordinados, podremos avanzar y mejorar la productividad de las colmenas y por ende la calidad de vida de los apicultores", señala Müller.
En el marco de ese proyecto que encabeza y la celebración del #DíaMundialDeLasAbejas, Andrea Müller explica que para ayudar a las abejas en su importante labor es necesario "Cultivar plantas, como lavandas, caléndulas, girasoles y hierbas como menta, que florezcan en diferentes épocas del año; comprar productos de la colmena a agricultores que lleven a cabo prácticas sostenibles, proteger las colonias de la chaqueta amarilla y comprar miel no alterada a los agricultores de la zona".
Sobre todo, es importante ayudarlas a hidratarse. "Uno puede dejar un cuenco poco profundo con agua limpia y piedras o palos para que las abejas beban y no se ahoguen. Y junto a estas acciones debemos crear conciencia sobre su situación y compartir esta realidad en nuestros círculos y redes sociales", explica.
Por último, Andrea Müller destaca que además de las bondades laboriosas de las abejas, hace poco se sumó algo impensado en momentos de pandemia. "Las abejas tienen características muy peculiares. Poseen un excelente olfato, lo cual las ayuda a localizar su alimento a través de grandes distancias. Hace poco, leí que algunos investigadores están entrenando abejas para detectar el virus SARS-CoV-2, debido a la gran sensibilidad olfativa que tienen. Esta investigación, está en una etapa inicial, pero si se logra comprobar y estandarizar esta técnica, podría ser una nueva herramienta que ayude a diagnosticar la enfermedad. Lo importante es darse cuenta que las abejas no sólo elaboran miel, sino que poseen muchas cualidades que las hacen dignas de ser reconocidas, sobre todo en el #DíaMundialDeLasAbejas".