Post. II Guerra Mundial, ósea después de haber vivido los horrores más grandes de la historia, dio a luz la necesidad imperativa de formalizar por medio de Constituciones, leyes y políticas publicas la DIGNIDAD humana. La Libertad de elegir el Bien Mayor, La igualdad de vivir bien y en paz y todo valor trascendental que ayude a HUMANIZAR LA HUMANIDAD, como lo es educación y salud.
Desde principios del XX (1948) La Declaración Universal de Derechos Humanos primera en su pitonisa declaración que la «dignidad intrínseca (...) afirmar que «todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos» (artículo 1°).
Estos antecedentes históricos y los nuevos parámetros, promociona a un gran número de constituciones públicas nacionales, comienzan a referirse al respeto de la dignidad humana como fundamento transversal y constituyente de los derechos enumerados y como la finalidad esencial del Estado de Derecho. En este sentido, se destaca la Constitución alemana de 1949, qué como reacción a las atrocidades cometidas durante el régimen nazi, establece en su artículo 1° que: «La dignidad humana es intangible. Los poderes públicos tienen el deber de respetarla y protegerla». La dignidad fundamenta la obligatoriedad moral y jurídica de respetar los bienes que consisten los derechos humanos.
Una de las definiciones de la palabra dignidad, se refiere a «cualidad de digno», derivado del adjetivo latino 'digno y se traduce por «valioso». Haciendo referencia al valor inherente e intangible al ser humano o persona, en cuanto ser racional, dotado de libertad y poder creador y proactivo, ejerciendo el poder intelectivo y libre en su ejercicio.
Por tanto, la dignidad se basa en el reconocimiento de la persona de ser merecedora de respeto, valor e igualdad, es decir merecedora per se, ósea por sí mismos, antes, durante y después de esta vida.
Al reconocer y tolerar las diferencias de cada persona, para que ésta se sienta digna y libre, se afirma la virtud y la propia dignidad del individuo, fundamentado en el respeto a cualquier otro ser. La dignidad refuerza la personalidad, fomenta la sensación de plenitud y satisfacción. Para justificar la esclavitud se decía que el esclavo no era persona humana, sino un objeto, al igual que judíos, gitanos y homosexuales durante el nazismo, por tal motivo no tenía dignidad, ni menos derechos.
Un exceso de dignidad puede fomentar el orgullo propio, pudiendo crear la sensación al individuo de tener derechos exclusivos (privilegios). O por otra parte exceso de valoración psicológica como es el egocentrismo o el narcisismo. Una buena constitución, debe por naturaleza velar la dignidad, los derechos, la libertad y el bienestar de toda persona que viva o llegue a nuestro país con buenas intenciones, además velando que los deberes de cada uno se mantengan para resguardar el bien común.
El ensayo de constitución 2022 Chilena, menciona la palabra dignidad muy pocas veces y ha provocado un caos ideológico social y una polarizada civilización tendenciosa. Quizás subterráneamente esboza el espíritu de la dignidad, pero lamentablemente es poco visible.
Los huasos colchagüinos decimos, en el camino se arregla la carga, la Constitución es una Carga que debemos arreglar, con Dignidad, Libertad y Conocimientos.
Construyamos nuestra DIGNIDAD, con Inteligencia, Corazón y Libertad. Con palabras, emociones y 1000 acciones.
