Continuamos con la difusión de los escritores de 9 nacionalidades que integran este libro, que muestra las interacciones y comentarios, respecto a las publicaciones en el Facebook del autor, desde agosto de 2019 a noviembre de 2020, pasando por el estallido social y la pandemia.
* Francisco Carrasco Iturriaga (Santiago. Chile. 1951)
Conocedor de aves silvestres, árboles y esperanza, por su niñez en el valle de San Fernando, junto al río Tinguiririca, territorio verde azul lleno de cordillera y poesía. Nieto de Eladio Carrasco y Efraín Iturriaga, grandes rimadores de sueños y palabras campesinas de antaño, como el trigo y los manzanares. Inspirado en Amado Nervo, un día escapó en un poema sin imaginar que iniciaba su largo camino deslumbrado de versos.
Se impregnó de literatura y del género poesía en los Talleres de Alejandra Basualto, 1996, 1997 y Teresa Calderón, 2012-2019. Miembro de la Sociedad de Escritores de Chile y del Grupo Fuego de la Poesía. Participante de recitales poéticos, su creatividad se deja ver en numerosas publicaciones virtuales, antológicas como:
Antología chilena del haikú clásico, 2008. Antología de Fuego, 2010.
Antología chilena colombiana, 2013. Y Revistas Literarias como:
La hoja Verde, La Cazuela, Imágenes de Océano, Safo, Avance Cultural y otras de Chile y el extranjero.
Publicaciones: Autor:
Macho roscador, 1998. Veinte poemas de sudor, 1999.
Coautor: Jueves 19:30, 1998. Brújula del cuerpo, 2006.
Intersección Poética, 2007. Arpegios Poéticos, 2008.
Crisol Poético, 2009. Epicentro poético, 2010.
Dos orillas y un sueño, 2011. Raíz y luz del tiempo, 2015.
Voces a la noche, 2017.
Premio de creación literaria:
Centro de Escritoras de Arica, 2002.
Lucrecia
Nudo ciego en la garganta
Torbellino mi cabeza
Cuánta lágrima desnuda el sentimiento
a la luz de oscuridad que me desgarra
No puedo adiós decir
a tus manos inquietas sol y luna
energía contundente
repetir del pan de los milagros
oración obligada
sentencia correctiva de un mal paso
Mujer trepadora de montañas
a la hora de leños y cobijas
Hilandera de palabras y cojines
llenaste vasijas de buen vino
sin indagar quién degustaba
Hoy que has cerrado la valija
para irte a la morada más distante
me dejas la voz desentonada
Incrustado en herida insondable
viro la mirada a tu ancho vuelo
imagino escuchas toda brisa
sin embargo esta daga
se apodera de mi boca
No puedo adiós decir
a tus manos inquietas flor de aguas
sino tan solo las gracias de atuendo infinito
por traerme a la vida
entre dolores y mantas viejas
Por: Jorge Albornoz Figueroa
Poeta, Gestor Cultural
Presidente CECLA
