Trabajar desde casa ha dejado de ser una rareza y se ha convertido en una norma para muchas personas. Sin embargo, esto trae consigo una serie de desafíos. ¿Cómo transformar un espacio doméstico, diseñado para la relajación y el descanso, en un entorno eficiente y agradable para trabajar? Y, más importante aún, ¿cómo hacerlo de manera sostenible, tanto para el medio ambiente como para tu salud mental y física?
Crear un entorno de trabajo en casa es como armar un rompecabezas: cada pieza tiene que encajar para formar un todo coherente. No se trata solo de tener una silla cómoda, una mesa funcional y una notebook, justo al lado de tu cafecito de Starbucks y de teclado con teclas mecánicas, sino de cómo el entorno influye en tu productividad, en tu bienestar y en el planeta.
El espacio ideal: ni demasiado, ni muy poco
Para comenzar, es clave entender que no se necesita una oficina gigantesca con lo último en tecnología o los accesorios más caros para ser eficiente. Lo que realmente importa es que elijas los elementos correctos para ti y cómo lo adaptas y distribuyes el espacio a tus necesidades.
Un entorno eficiente no se mide en metros cuadrados o en el coste de los elementos que los conforman. Un escritorio compacto con una MacBook reacondicionada comprada a mitad de precio, más algunos accesorios como accesorios como teclados inalámbricos, post it y otros recursos similares, puede ser tan funcional como una gran mesa de oficina con una notebook nueva y de última tecnología, si está bien organizado y planeado en base a nuestras necesidades.
Ergonomía
A nivel práctico, es esencial que el espacio sea lo más ergonómico posible. Esto no significa que tengas que gastar una fortuna en muebles de diseñador, sino que te tomes el tiempo de asegurarte de que tu silla esté a la altura adecuada y que el monitor esté a la altura de tus ojos. La postura es clave para evitar tensiones físicas a largo plazo. Es como un buen par de zapatos: si no se ajusta bien, te va a doler después de un tiempo.
La luz, ese factor olvidado
Uno de los errores más comunes al montar un espacio de trabajo en casa es subestimar la importancia de la luz. La iluminación natural no solo es fundamental para tu salud visual, sino que también impacta directamente en tu estado de ánimo. Trabajar a oscuras o con luces artificiales fuertes puede hacer que te sientas más cansado o estresado. Además, te recomendamos que siempre elijas para trabajar luz cálida, ya que es mucho más amigable con los bastones fotosensibles de los ojos, debido a que no quema la retina, sino que es percibida de manera mucho más natural. En la siguiente categoría vamos a desarrollar también la importancia de la luz del sol en relación con este aspecto.
Iluminación natural
Si es posible, situar el escritorio cerca de una ventana es ideal. De esta manera, puedes aprovechar la luz solar y, de paso, tomar descansos visuales mirando hacia el exterior, lo que reduce la fatiga ocular. La naturaleza tiene un poder relajante, y aunque no puedas estar rodeado de árboles, mirar al cielo o a un jardín cercano puede ayudarte a despejar la mente.
Sostenibilidad en casa
Trabajar desde casa puede tener un impacto positivo en el medio ambiente, pero esto no sucede automáticamente. Ahorrar los desplazamientos es un buen comienzo, pero existen otras prácticas que pueden hacer que tu entorno de trabajo sea más sostenible.
Para empezar, reducir el consumo energético es clave. Optar por equipos eficientes, como lámparas LED o monitores de bajo consumo, no solo es beneficioso para el planeta, sino también para tu bolsillo. Además, desconectar los dispositivos cuando no se usan y aprovechar la luz natural son prácticas simples que hacen una gran diferencia.
¿Y los muebles?
Otro aspecto importante es el mobiliario. En lugar de comprar muebles nuevos, considera la posibilidad de reciclar o reutilizar piezas. Un escritorio viejo puede adquirir una nueva vida con un poco de creatividad. Y si vas a comprar algo nuevo, busca opciones sostenibles, como muebles hechos con materiales reciclados o producidos de manera ética.
La armonía entre el trabajo y el hogar
Uno de los mayores desafíos de trabajar desde casa es lograr que el trabajo no invada todos los aspectos de la vida personal. Es fácil caer en la trampa de no desconectar nunca, ya que el entorno laboral está siempre ahí, a la vuelta de la esquina.
Trabajo y hogar, asuntos separados
Aquí es donde entra en juego la creación de límites claros. Separar el espacio de trabajo del resto de la casa es fundamental. No importa si tu "oficina" está en un rincón del comedor o en una habitación aparte, lo importante es que sea un espacio dedicado exclusivamente al trabajo. Esto ayuda a tu cerebro a distinguir cuándo estás en modo laboral y cuándo no, facilitando la desconexión al final del día.
Personalización y confort
El entorno de trabajo no tiene que ser frío o impersonal. Al contrario, personalizar el espacio con objetos que te hagan sentir cómodo y relajado es esencial. Fotos, plantas, o incluso una taza de café que te guste, pueden transformar un ambiente genérico en uno acogedor.
Las plantas, en particular, son un gran aliado en la creación de un entorno agradable. No solo purifican el aire, sino que también aportan un toque de naturaleza al espacio. Su presencia tiene efectos positivos en el bienestar, ayudando a reducir el estrés y aumentar la productividad.
Preguntas frecuentes
¿Cómo crear un buen entorno de trabajo?
Crear un buen entorno de trabajo implica asegurarse de que sea funcional, ergonómico y adaptado a tus necesidades. Es importante contar con una silla cómoda y un escritorio a la altura correcta para evitar tensiones físicas.
La iluminación también juega un papel clave; aprovechar la luz natural es esencial para mantener un buen estado de ánimo y evitar la fatiga visual. Además, es importante mantener el espacio organizado para mejorar la concentración y productividad.
¿Cómo crear un entorno de trabajo agradable?
Un entorno de trabajo agradable es aquel que no solo es funcional, sino que también refleja tu personalidad. Personalizar el espacio con elementos que te hagan sentir bien, como plantas, fotos o colores que te gusten, puede marcar la diferencia.
También es fundamental mantener un equilibrio entre lo estético y lo práctico, asegurándote de que el espacio sea cómodo y acogedor sin perder de vista la eficiencia.
¿Cómo minimizar el impacto del trabajo en casa?
Para minimizar el impacto del trabajo en casa, es crucial establecer límites claros entre el trabajo y la vida personal. Esto puede lograrse separando físicamente los espacios, como designar un área específica para trabajar y no usarla fuera de ese contexto. Además, es importante desconectar al final del día, tanto física como mentalmente, para evitar que el trabajo invada otros aspectos de la vida.
¿Qué es un lugar de trabajo sostenible?
Un lugar de trabajo sostenible es aquel que minimiza su impacto ambiental y promueve prácticas responsables. Esto incluye el uso de materiales reciclados, la reducción del consumo energético y la compra de equipos eficientes.