La jornada del sábado 12 de octubre fue distinta para la localidad de Puente Negro, desde temprana hora comenzó tímidamente a llegar personas de distintos lugares para disfrutar de "La Fiesta de Los Arrieros". Este tradicional evento, en su séptima versión, se inició alrededor de las 9:30 de la mañana con la celebración de una misa, para luego realizar el discurso de inauguración. Desde las 11 horas empezaron a rotar por el escenario distintos artistas tanto folclóricos como también de música rancheras, conjuntos y solistas: La Rancherita Mari Silva, La Nueva Diferencia, Los Reales de Agua Fría, Generaciones Colchagua, Ultimando Raíces, José Pablo Catalán, Los Tremendos Rancheros, entre otros. En otro sector, y de forma paralela muchos asistentes observaban la esquila de oveja.
La Asociación de Arrieros del Cajón del Tinguiririca, con el apoyo de INDAP son los encargados de organizar cada detalle, para el deleite y bienestar del público.
Un número importante de locales se emplazaban en la explanada Llano Bajo Puente Negro, donde destacaba la gastronomía: los asados de cordero, que eran acompañados con ricas ensaladas, y vino, además de las infaltables empanadas. También, el público disfrutaba de exposición de diversas artesanías, mientras sonaba de forma alegre la música, que animaba a muchos a bailar.
Una de las asistentes destacadas era la arriera María Ruz Albear de 70 años, quien comentó de su oficio: "Desde niña como los 10 años, soy arriera gracias a la enseñanza de mi padre. Hoy día sigo siendo arriera y trabajadora de casas particulares. Ya pronto me voy hasta las Termas del Flaco con mis animales, estoy todo el verano en la cordillera y en abril bajo. Amo mi trabajo, caminar por los cerros, disfrutar de la cordillera, eso me gusta"
Se calculó que alrededor de siete mil personas visitaron la nueva versión de esta fiesta, el presidente de la Asociación de Arrieros de Cajón de Tinguiririca, Marcelo Narváez, afirmo: "Esta fiesta fue todo un éxito, cada versión hemos ido aprendiendo a mejorar el servicio para el público. Debemos agradecer el comportamiento del público, la alegría y entusiasmo que se mostró ese día".
En síntesis, una fiesta auténtica, llena de tradiciones, que enaltece la labor silenciosa y fundamental como ha sido la del arriero para la construcción de nuestra identidad./