El programa fomentó hábitos de actividad física y alimentación saludable en vacaciones, periodo donde aumenta el sedentarismo y el consumo de comida chatarra.
Con el éxito de haber fortalecido aún más el trabajo realizado durante el 2017, contribuyendo en hábitos de actividad física y alimentación saludable en los alumnos de establecimientos educacionales municipales de Rancagua, el miércoles recién pasado finalizó la escuela de verano "Salud, actividad física y alimentación".
Impulsado por el alcalde Eduardo Soto, como una forma de combatir los índices de sobrepeso y obesidad infantil en la capital regional, el programa fue efectuado por el municipio rancagüino, a través de las divisiones de Salud y Educación de la Corporación Municipal, y la Corporación Municipal de Deportes, beneficiando a escolares de prekíndera tercero medio de los colegios René Schneider, España, Isabel Riquelme, Manuel Rodríguez, Eduardo De Geyter y Jean Piaget, y de los liceos Diego Portales, Jorge Alessandri y Simón Bolívar.
Durante diciembre y enero, en promedio, asistieron diariamente de 20 a 25 alumnos a diversas actividades físicas, deportivas y recreativas en el Complejo Patricio Mekis, jornadas que estuvieron a cargo de un equipo conformado por una nutricionista, un tens, un kinesiólogo y monitores, con el fin de aplicar un trabajo multidisciplinario que permitiera aumentar el avance que se logró con los escolares en 2017 y evitar que en vacaciones cayeran en prácticas nocivas como el sedentarismo y el consumo de comida chatarra.
Cabe señalar que el año pasado se evaluó a 3.300 alumnos, detectando a 190 estudiantes con obesidad severa. Con esto, se dio el vamos al programa que también integró a los apoderados, quienes fueron capacitados a través de charlas y talleres. Así, la escuela de verano dio cierre a una exitosa temporada que logró inculcar prácticas de actividad física y alimentación en favor de la disminución de una problemática que afecta a un alto porcentaje de la comunidad escolar./