El estudio buscaría establecer una relación entre factores ambientales incidentes y predisposición genética de los pacientes.
El aumento progresivo de casos asociados a esta patología, motivó que el equipo de especialistas del Hospital Dr. Franco Ravera Zunino (HFRZ), manifestara su preocupación, iniciando una investigación al respecto. La enfermedad tiene una de las tasas de mortalidad más altas en Chile, registrando ya el 2021, 9.6 muertes por cada 100.000 habitantes, siendo uno de los cánceres más frecuentes en la población masculina adulta, que, al año, promedia unas 100 intervenciones quirúrgicas de prostatectomía (cirugía que extirpa la glándula prostática y algunos tejidos que la rodean) en el centro hospitalario, el que además trata anualmente, una cifra superior a 500 pacientes -sólo por este tipo de cáncer-.
“Es un problema de salud pública, que ha cobrado mucha importancia, ya que está transformándose en una de las principales causas de muerte oncológica en hombres a nivel nacional e incluso mundial”, expresó el urólogo del HFRZ, Dr. Juan Cristóbal Bravo, agregando que “el cáncer de próstata ya es la segunda patología oncológica con más afectados en Chile. En O’Higgins particularmente, presentando un índice de mortalidad mayor a la media nacional, lo que nos preocupa”.
Con lo anterior, el urólogo del Hospital Dr. Franco Ravera, sostuvo que, “al observar los datos entregados por el Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) de MINSAL, nuestros datos como hospital, emprendimos, junto a la Unidad de Investigación y Anatomía Patológica del HFRZ este estudio, para buscar, verificar, y conocer la o las causas que están generando el fenómeno en la región en el curso de tres años”.
“Nos interesa, desde el punto de vista epidemiológico, ir estudiando por comuna, factores que puedan estar influyendo en desarrollo de la patología, aquellos ambientales ligados a minería, a agricultura, o los conexionados a hábitos, etc., queremos conocer, en definitiva, cuál es la relación entre los factores ambientales y la predisposición genética de la persona. Preliminarmente, estamos valorando un plan de pesquisa, evaluando variables como son entre otras, la exposición a pesticidas producto de la actividad agrícola, como esfuerzo que se complementa con una estrategia de mejora asistencial. Por otra parte, buscando financiamiento con a distintas entidades, públicas o privadas, que se interesen en apoyarnos”, reforzó el profesional del HFRZ.
El impacto
“Con lo que obtengamos de esta investigación, trataremos la enfermedad desde su causa, aportando de esta forma no sólo a una mayor conciencia de la misma, sino a una prevención más adecuada y efectiva en las personas expuestas a determinado factor. Podremos realizar un tamizaje o screening precoz, ya sea el antígeno prostático específico (que mide en la sangre algún indicio del cáncer) o el de tacto rectal (enfocado en detectar irregularidades en la próstata), no a los 50 años, ahora a los 45 o 40 años, con información que nos posibilitará llamar al paciente con alguna mutación, o sus familiares (hijos, padres, hermanos), a realizarse estos exámenes de pesquisa a tiempo, en el hospital o su CESFAM más cercano”, señaló el especialista urólogo del HFRZ.
Finalmente, Dr. Bravo puntualizó que “un paciente que se pesquisa en etapa temprana y es intervenido de manera adecuada, puede, dentro de un tiempo, retomar su vida con normalidad. Esta investigación en ese aspecto es un avance muy relevante ya que nos podrá facilitar un abordaje clínico precoz, evitaremos aumentar su morbilidad y mortalidad, pero por, sobre todo, evitaremos atacar al cáncer de forma muy tardía. Y es que muchas veces descubrimos tarde este cáncer, cuando ya no es curativo, por lo que la investigación y sus resultados serán determinantes”.