Tras haber apoyado a la comunidad en el invierno pasado, 15 voluntarios del IP-CFT Santo Tomás volvieron a la localidad de Hualañé junto a compañeros tomasinos de Santiago, Puente Alto, San Joaquín y Curicó.
Para apoyar en la construcción y mejora de viviendas, un total de 116 estudiantes se trasladaron hasta la comuna de Hualañé para una nueva versión de los trabajos voluntarios de verano, actividad que tradicionalmente realiza Santo Tomás. Ya en el invierno de 2023 habían estado en la misma localidad, y en esta oportunidad se vieron beneficiadas cerca de 30 familias.
Pero también los estudiantes se ven beneficiados en su formación personal y profesional. Katherin Castro Díaz, estudiante de 4° año de Servicio Social, se inscribió para participar en este voluntariado motivada por ser un agente de cambio desde su futura profesión: “Las familias fueron super cordiales, su forma de agradecer era invitándonos a comer y un día nos hicieron un asado el cual compartimos con varios integrantes de la familia. Es una experiencia inolvidable, ya que puedes compartir con alumnos de otras sedes Santo Tomás y además poder involucrarse con otras realidades sociales. Te enseña el valor de la vida y la empatía, que hoy en día es tan importante”.
A Magdalena Torres Manríquez, en su primer año en la misma carrera, le dio vergüenza inscribirse en el voluntariado de invierno, pero ahora se motivó y no quiso perder la oportunidad: “Tuve que aprender a martillar, ocupar un destornillador, cuadrar las medidas, el plumavit, la vulcanita, entre otras cosas. Es importante que los estudiantes participen en los voluntariados, ya que les permite desarrollar sus habilidades blandas y observar la realidad. Nosotros podemos ser estudiantes que están ayudando y armando sus casas, pero aquí también son importantes los valores que nos enseñan dentro del instituto y nuestros valores propios”.
Por recomendación de una amiga, Aranza Obregón, de segundo año de la carrera Gastronomía Internacional y Tradicional Chilena, se sumó al voluntariado y reconoce que no se arrepiente para nada: “Fue una experiencia muy linda para mí, en los breaks que tomábamos conversábamos tanto con mis compañeros como con las familias, donde te das cuenta de las diferentes realidades que uno vive. Ser capaz de ayudar, ya sea poner un techo o una muralla, y verlos felices y contentos con el trabajo, te hace sentir muy feliz y con el corazón lleno”.
Los trabajos voluntarios de Santo Tomás se realizan todos los años, en invierno y verano. Así como los estudiantes de la zona centro colaboraron en la comuna de Hualañé, los del norte estuvieron en Vicuña y los del sur en Laja.