La iniciativa busca minimizar la exposición de los maquinistas a los riesgos y condiciones propias de la faena.
El proyecto de automatización en manejo de trenes avanza a toda marcha en la División El Teniente. Ello, gracias a la recuperación y actualización de funcionalidades del sistema de señalización y control de tráfico (conocido como Interflow) del Ferrocarril Teniente 8, que acarrea gran parte de la producción de interior mina hacia las plantas procesadoras en superficie.
El éxito obtenido en los testeos iniciales hace unas semanas, en los que se logró, gracias a un trabajo que comenzó en 2021, que una de las diez locomotoras de producción se moviera de forma autónoma con instrucciones enviadas desde el Centro Integrado de Operaciones (CIO) en Rancagua, a más de 80 kilómetros de distancia de la faena, marcó un hito relevante para el avance del proyecto, que busca lograr la operación de los trenes sin maquinistas de aquí a 2025.
Estas pruebas buscan recuperar el modo ATO (Automatic Train Operation) de las locomotoras, que es lo que permite que el tren se mueva de forma autónoma. Por dificultades operacionales de la época, el sistema cayó en desuso y quedó obsoleto.
“Hoy contamos con otro nivel de tecnología que es importante implementar y llevar a la vanguardia este ferrocarril, que ha pasado mucho tiempo sin una intervención tan grande como esta”, explica Francisco Muñoz, jefe de Proceso de Construcción en el Proyecto Interflow.
Roberto Bobadilla, operador experto de transporte principal del CIO, fue el encargado de mover el ferrocarril durante las pruebas: “Hace ocho años, fui pionero en el despacho telecomandado de trenes desde la Sala CIO y ahora me tocó también ser el primero en esta experiencia. Fue una prueba exitosa, programamos la ruta, controlamos las velocidades. Primera vez que hacíamos algo así y resulto muy bien, fue algo novedoso y una experiencia muy grata y bonita”.
Trabajo en equipo y seguridad
Juan José Sánchez, jefe de Mantenimiento Interflow del Ferrocarril Teniente 8, plantea que sacar adelante la automatización de la locomotora conlleva dificultades por las condiciones del terreno para el desenvolvimiento de la tecnología.
En esa línea, plantea que el trabajo en equipo ha sido clave. “Acá todos nos necesitamos, porque cada uno cumple una función específica y necesaria. Tenemos que ver que la infraestructura esté preparada para recibir una locomotora automática y ese es nuestro norte, estar en cada uno de estos puntos y que las cosas funcionen, impulsando con mucha fuerza el cambio cultural”.
“Debemos concientizar a las personas para que entiendan que la automatización y evolución de los procesos van asociadas a la seguridad de la gente. Ese es el punto de inflexión, que entendamos que es un beneficio para todos”, dice Felipe Viera, jefe de turno del Proceso de Tráfico.
Transitar hacia la automatización involucra agregar valor a los conocimientos de los trabajadores. “Queremos eliminar la exposición de los trabajadores a los riesgos, mejorar su calidad de vida, que podamos comandar desde la Sala CIO los trenes. Y eso implica que preparemos a los operadores para esa tecnología y otras actividades de servicio al ferrocarril en todas estas innovaciones que estamos generando”, asegura Juan Carlos Carvajal, jefe de Proceso de Tráfico de la Superintendencia de Transporte y Chancado.-