La pandemia y crisis económica empujó a que subiera la cantidad de menores de edad trabajando.
Gran preocupación ha causado la enorme cantidad de menores de edad que desertó del sistema educativo. De acuerdo a la información entregada por el Ministerio de Educación se cifran en 50.529 los niños y adolescentes que dejaron de estudiar entre el 2021 y 2022, situación que incluso llevó al Presidente a declarar que “la recuperación educativa pasa a ser una prioridad”.
Dentro de los factores que explican esta situación, se ha identificado la incidencia del aumento del trabajo infantil producto de la situación económica. La asistencia escolar se reduce de 98% a 89% entre los NNA que trabajan. En el área rural la diferencia en la asistencia escolar es de 11 puntos porcentuales, mientras que en el caso urbano es de 9.
En este sentido, la diputada e integrante de la Comisión de Desarrollo Social, Carla Morales, envió un oficio dirigido a la ministra de Trabajo, Jeannette Jara, al ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, y a los subsecretarios de estas carteras, para que informen sobre los programas, planes o estrategias que tengan como finalidad la erradicación del Trabajo Infantil y Protección del Adolescente Trabajador, ejecutados a la fecha de envió de respuesta del presente oficio.
“Es de conocimiento público que los niños, niñas y adolescentes que trabajan están más expuestos a sufrir maltratos físicos y psicológicos, además, se menoscaba su progreso formativo, restringiendo el acceso a la educación y quedando más expuestos a caer en situaciones de vulnerabilidad. Nos preocupa esta situación y creemos fundamental establecer una estrategia de país para revertir esta problemática”, sostuvo Morales.
En paralelo, la congresista pidió que se precisen la cifras de niños, niñas o adolescentes que actualmente se encuentran realizando trabajo infantil en la región de Libertador Bernardo O´Higgins, indicando el porcentaje que realiza actividades peligrosas.