A nivel nacional, las denuncias por discriminación en establecimientos aumentaron 65% tras el regreso a la presencialidad. En Impulso Docente promueven estrategias de Aprendizaje Socioemocional como una herramienta preventiva y efectiva para enfrentar estas situaciones tras las vacaciones, y reforzar los equipos de convivencia escolar.
El regreso a clases presenciales este año ha significado una serie de desafíos para los colegios, entre ellos, situaciones de violencia escolar inusuales y problemas de convivencia.
Según las estadísticas de la Superintendencia de Educación, durante el primer semestre de este año se registraron 4.712 denuncias por concepto de convivencia escolar, 136 de ellas en la Región de O’Higgins, la mayoría (79) por maltrato a párvulos y/o estudiantes.
Entre las denuncias recibidas, aquellas por concepto de discriminación tuvieron un preocupante aumento a nivel nacional tras el regreso a la presencialidad este año. Mientras que el primer semestre de 2019 —previo a la pandemia— se registraron 277 denuncias por discriminación, hasta el 30 de junio de 2022 la Superintendencia de Educación recibió 458 denuncias, 65% más que en 2019 en ese período. En la región, se recibieron 16 denuncias por este concepto.
“Sabemos que la discriminación no es un problema nuevo en los colegios, pero también que estamos atravesando una serie de cambios políticos y sociales en el país que nos exigen fortalecer los programas de convivencia escolar y formación ciudadana, con el objetivo de generar ambientes de desarrollo integral basados en el respeto, la tolerancia y la empatía hacia las experiencias y puntos de vista diversos”, señala Bernardita Yuraszeck, directora ejecutiva de la Fundación Impulso Docente.
Por otra parte, tras dos años de pandemia y suspensión de clases presenciales, donde los vínculos y las rutinas se vieron afectados, tanto estudiantes como docentes arrastran un desgaste socioemocional importante que impacta en las distintas áreas de la convivencia: solo este primer semestre la Superintendencia de Educación ha recibido 1.890 denuncias por maltrato entre estudiantes.
En esa línea, Bernardita Yuraszeck advierte que es importante adelantarse y estar preparados para abordar posibles problemas de violencia y convivencia escolar este segundo semestre tras las vacaciones de invierno.
“Si bien hay muchas formas de abordar las situaciones de violencia y discriminación, algunas son reforzar los equipos de convivencia escolar entregándoles herramientas concretas para manejar situaciones diversas, y la otra es tomarse en serio el desarrollo de las habilidades socioemocionales y hacerlo de forma sistémica en los establecimientos, partiendo por los adultos de las comunidades educativas y siguiendo con los estudiantes, ya que prevenir siempre será mejor que curar”, dice la directora ejecutiva de la Fundación Impulso Docente.
Una herramienta de prevención concreta que promueven desde la Fundación Impulso Docente son los laboratorios de escucha. Esta práctica de Aprendizaje Socioemocional, que puede realizarse en parejas o en grupos, es un espacio en el cual los estudiantes tienen la oportunidad de expresar su punto de vista y también de escuchar pacientemente a sus pares, para que de esa forma puedan comprender la diversidad de perspectivas que existen en una comunidad.
“El Aprendizaje Socioemocional también es una herramienta de la formación ciudadana, pues permite que los estudiantes desarrollen distintas habilidades sociales, entre ellas, la conciencia del otro. Desarrollar la conciencia del otro, a su vez, genera mayores niveles de empatía, los cuales se relacionan con la disminución de conductas agresivas y de bullying, mejores relaciones interpersonales, mayor motivación y rendimiento académico”, explica Yuraszeck.