La iniciativa que está desarrollando el Instituto Ciencias de la Ingeniería de la Universidad Estatal de O'Higgins (UOH) junto con la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), permitirá contar con un catastro de los flujos de detritos y remociones en masa.
Los aluviones parecían ser una realidad no tan recurrente para nuestro país. Sin embargo, solo este 2021 han ocurrido cuatro eventos de este tipo, dos de ellos en la Región de O'Higgins. Algunos culpan al cambio climático, otros a que cada vez es más recurrente habitar lugares como quebradas y terrenos poco estables, lo que no se discute es que las consecuencias pueden ser graves.
La clave está en establecer acciones de respuesta y en eso precisamente están trabajando investigadores/as, memoritas y académicos/as del Instituto Ciencias de la Ingeniería de la UOH junto a la Onemi, ya que se encuentran desarrollando un plan específico ante situaciones de emergencia por remoción de masas.
Una de las primeras acciones es la elaboración de un mapa unificado y simplificado de la geología de la región a escala 1:250.000. Además de un catastro de los flujos de detritos y remociones en masa para la región de O'Higgins.
Al respecto, la Dra. en Ciencias Geológicas y académica del Instituto Ciencias de la Ingeniería de la Universidad Estatal de O'Higgins, Tania Villaseñor, dijo que "Onemi nos planteó la necesidad de poder identificar zonas pobladas en la región que tuvieran algún grado alto de susceptibilidad, donde se pudieran producir remociones de masas, donde se encuentra la población civil".
En tanto, Alejandra Serey, geóloga e investigadora postdoctoral de la UOH, comentó que "El desarrollo de este plan surge desde la necesidad de proporcionar protección a la comunidad, sus bienes y al medio ambiente, necesidad que se plasmó en mayor medida debido a la tormenta ocurrida durante la etapa estival del presente año, que ocasionó daños importantes en varias zonas y en especial en comunas emplazadas en el margen oriental de la cordillera de la costa", comentó.
"Para ello, los organismos técnicos de la región de O'Higgins, entre los que se encuentran la Onemi, el Gobierno Regional, Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Dirección General de Aguas (DGA) junto al Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), hemos determinado distintas etapas a desarrollar para el cumplimiento del objetivo de la mesa de Zonificación de peligro por Remociones en Masa", continuó explicando Alejandra Serey.
Protección para la comunidad
"Lo importante es identificar las zonas para que luego Onemi pueda proponer un plan de emergencia que permita responder ante este tipo de situaciones, porque eventualmente pueden incidir en los planes de ordenamiento comunal e identificar aquellas zonas en las que hay peligro de remociones", mencionó Tania Villaseñor.
"Es fundamental que los distintos organismos públicos interactuemos y trabajemos colaborativamente e interdisciplinariamente, especialmente en la región de O'Higgins, donde hay muchísimo por hacer, sobre todo en el tema de los peligros geológicos. El cambio climático está sucediendo y debemos prepararnos al aumento de flujos de detritos generados por lluvias en verano. Sumado al hecho que somos uno de los países más sísmicos del mundo, por lo tanto, tenemos además el peligro de remociones en masa gatilladas por terremotos, tanto de subducción como cortical superficial", acotó Alejandra Serey.
Participan también de la iniciativa Nava Gómez y Nicolás Levet estudiantes de la Escuela de Ingeniería, que están desarrollando sus memorias en Onemi OŽHiggins. Lo anterior, con la finalidad de proporcionar una herramienta técnica del peligro de remociones en masa que funcione como elemento base para la gestión del riesgo en la zona, a través de la creación de un mapa de susceptibilidad de aluviones y otras remociones en masa que permita la zonificación del territorio y la determinación de los sectores con mayor potencialidad a este tipo de eventos.
Cabe destacar que los eventos de remociones en masa son procesos en los que interactúan diversos factores geográficos, geológicos, geomorfológicos y climáticos, generando un posible impacto tanto a nivel medioambiental como a nivel de las comunidades y sus bienes, considerando infraestructura e incluso vidas. Por ello es de gran importancia tener un plan de emergencia para responder ante la ocurrencia de estos sucesos.