Ante la preocupante carencia de estos implementos de prevención de contagio, prestadores y funcionarios organizaron campaña para ir en ayuda de los privados de libertad.
En las continuas visitas de los directivos de la Defensoría Penal Pública de la región de O’Higgins a los penales, tanto internos como funcionarios de Gendarmería, daban cuenta de lo escasa que estaban las mascarillas, elemento de primera necesidad para prevenir el contagio de COVID 19 por estos días.
Es por ello que se invitó a los funcionarios y prestadores a participar de una colecta voluntaria para ir en ayuda, especialmente de los imputados e imputadas de la región que en su mayoría se concentran en el Complejo Penitenciario de Rancagua, lugar donde, además, se detectó el primer caso de COVID positivo en imputados de la región.
Gracias a los aportes se logró adquirir un total de 600 mascarillas de Poliproleno reutilizables -según testeo, hasta por un mes - con ajuste nasal y en formatos distintos para hombres y mujeres, las que además fueron confeccionadas por una Pyme de la región, lo que incrementa el número y el valor de esta campaña de ayuda.
El Defensor Regional, Claudio Aspe, hizo entrega de la donación al jefe del Complejo Penitenciario de Rancagua, comandante Álvaro Millanao, y personalmente a los monitores COVID de los módulos de imputados, quienes agradecieron la preocupación de la institución y en especial, al esfuerzo realizado por sus colaboradores.