Los índices económicos a nivel nacional e internacional se han visto fuertemente afectados por la pandemia.
Hasta septiembre del año pasado, las proyecciones de la economía chilena se vislumbraban con un crecimiento moderado, al ser alcanzada por la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Ahora, sin duda es una más de los contagiados por el COVID-19, con un cuadro complejo, pero no imposible, de recuperación al considerar los efectos del estallido social.
Al respecto, el académico del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad de O’Higgins, Dr. Félix Modrego, explica que la pandemia ha tenido un fuerte impacto sobre la economía internacional, que se ha visto reflejado en la caída del PIB (Producto Interno Bruto) de Estados Unidos a un 4,8%, en la recesión de Italia, o en la caída del PIB de China del 7%, cifra que no se había registrado en 40 años.
Asimismo, el Dr. Modrego sostiene que “la pandemia está limitando fuertemente nuestra capacidad de producción y el consumo interno. Sumando a ello, ha habido un fuerte impacto en el comercio internacional. La CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), por ejemplo, estima que las exportaciones de América Latina a China podrían caer hasta en un 11%. Para una economía abierta como Chile, una caída del comercio internacional es otra fuente importante de impactos”.
Este efecto dominó que ha desencadenado el coronavirus en la economía internacional, repercute sobre las pequeñas y medianas empresas y el empleo en nuestro país. “En un escenario como el actual, donde las pymes ven tan limitada su capacidad de operar, la gran mayoría de estas empresas simplemente no tendrá la capacidad para hacer frente a sus obligaciones inmediatas de pago a sus proveedores, trabajadores, créditos, etc. Sin medidas decididas de apoyo a este grupo de empresas, un número muy grande terminará cerrando y la destrucción de puestos de trabajo será considerable, como se está evidenciando con el fuerte aumento de las solicitudes de cobro del seguro de cesantía en las últimas semanas”, indica el Dr. Modrego.
En esta línea, el virus definitivamente va a frenar el desarrollo económico nacional, y aunque indiscutiblemente su aparición fue inesperada, es un shock del que se puede salir relativamente rápido. Al igual que un enfermo de COVID-19, se pueden tomar medidas para que la economía se recupere. “Los ciudadanos y ciudadanas debemos hacer nuestro aporte, haciendo el máximo de nuestro esfuerzo por cumplir las disposiciones sanitarias y colaborar con evitar una explosión de contagios que colapse el sistema hospitalario. Las autoridades y políticos deben estar conscientes que, si hay un momento para meterse la mano al bolsillo como país, ese momento es hoy. Y aunque se pueda discutir la magnitud del esfuerzo, creo que el tipo de medidas que se están implementando como los seguros de protección al empleo y los créditos con garantía estatal y tasas reales cercanas a cero van en la dirección correcta”, enfatiza el profesor asistente de la UOH.
Economía Región de O’Higgins
Respecto a la Región de O’Higgins, el Dr. Félix Modrego destaca el rol de la zona al ser una de las grandes productoras de alimentos del país. “Mantener una agricultura regional fuerte será clave para seguir abasteciendo de alimentos a la población y para evitar una fuerte alza de precios, lo que es fundamental para seguir sosteniendo las medidas sanitarias y para mantener la pobreza a raya. Por todo esto, la coyuntura actual no debiera hacernos olvidar otros temas importantes para esta y otras regiones como son la sequía y la adaptación al cambio climático”, asegura.
En este escenario, el académico plantea que las autoridades regionales y locales deben estar preparadas para monitorear las necesidades de sus comunidades, informar y apoyar la implementación rápida y efectiva de las medidas que permiten sostener el distanciamiento social. “Los emprendedores y empresarios deben hacer un buen uso de los seguros de protección al empleo), solicitándolos sólo cuando realmente se requieran y tramitando rápido las solicitudes en esos casos. Las instituciones financieras también pueden contribuir, colocando donde se requiera y sin tramitación excesiva los créditos con garantía estatal. En definitiva, la magnitud del desafío que enfrentamos como país nos convoca a todos, y todos, desde el lugar que tengamos, tenemos un rol que jugar”, finaliza.