La "Nueva Normalidad con Coronavirus"

Columnas y Artículos

Caminando por las calles de nuestra ciudad resulta imposible no ver que estamos viviendo una situación excepcional de la que no nos podemos abstraer. Aglomeración en los bancos, cambios en la organización de nuestra tradicional feria, filas en los supermercados, presencia de personal militar en las calles, alteraciones graves en la forma en que trabajamos para obtener nuestro sustento, toque de queda, cambios y restricciones de variada índole a lo que era nuestra vida normal. Todo causado por la pandemia del coronavirus y las medidas que se han tomado desde el gobierno para enfrentar esta amenaza, cierta y grave por lo demás.

No podemos perder de vista que nuestra sociedad hoy, se enfrenta a una enfermedad con una extraordinaria capacidad de contagiar a las personas, de enfermar y de matar a un número significativo de los infectados y sin una cura definitiva o vacuna que permita su tratamiento y prevención más allá de los cuidados paliativos de los enfermos y las medidas de prevención del contagio que tome la autoridad y la población.

Más allá de nuestra opinión sobres las débiles medidas iniciales tomadas por el gobierno, cuando el contagio con Covid-19 era todavía una amenaza externa, debemos hacernos cargo de como nuestras autoridades y también nosotros como ciudadanos enfrentamos la situación que vivimos.

Por lo pronto la situación en nuestro país, se aprecia en una especie de status quo donde la extensión del contagio y las lamentables pérdidas de vidas humanas asociadas a la pandemia, avanza de manera lenta, -se ha aplanado en alguna medida la curva de contagio, se señala con algún triunfalismo desde el gobierno, sin considerar el gran aporte de nuestra propia responsabilidad de ciudadanos, y el de organismos de participación popular y políticas locales - pero manteniéndonos en una situación que no permite aflojar las medidas sanitarias y de distanciamiento social, debido a la amenaza permanente de que el contagio con coronavirus se extienda de manera catastrófica.

Afortunadamente San Fernando; con cuatro contagiados confirmados y sin personas fallecidas, al momento en que se escribe esta columna; no ha resultado tan afectado, al menos de modo directo.

Con los datos que tenemos, obtenidos de los medios públicos, y que por cierto pueden tener algún grado de manejo interesado de quienes los emiten, sabemos que la epidemia se termina cuando se contagie la totalidad de la población y haga el proceso completo de la enfermedad, cuando se logre aislar el virus en pocas personas y estas se curen o, cuando se descubra una vacuna o fármaco efectivo contra este virus.

Cualquiera de los escenarios descritos tardará en llegar, lo que informan autoridades y expertos habla de varios meses hasta dos o más años.

Esta situación y desde la semana recién pasada los personeros del gobierno han comenzado a instalar con sus declaraciones el concepto de "Nueva Normalidad con Coronavirus".

La "Nueva Normalidad con Coronavirus", que a la luz de los hechos que estamos viviendo es real y distinta de nuestra vida normal anterior al coronavirus, debe preocuparnos pues será la forma en que se desarrollará nuestra vida en el futuro inmediato, hay que poner gran atención en la normalización que se está proponiendo y tratando de imponer desde el gobierno.

Ya han señalado su disconformidad con la reanudación de actividades presenciales las organizaciones de profesores y de empleados fiscales. Se han manifestado también gran cantidad de críticas a los paquetes de ayuda propuestos por el gobierno para personas y empresas, debido a lo exiguo de las ayudas, al uso de recursos de los propios trabajadores -léase AFC- para su subsistencia y la de sus familias durante la emergencia. Es controvertida, también, la suspensión de los contratos de trabajo para la "protección del empleo", medida que además de ser aprovechada por grandes empresas que solo han disminuido sus ingresos y no están pasando una emergencia, no cautela adecuadamente los derechos de los asalariados profundizando la precarización del trabajo.

Por el lado de las pequeñas empresas, las ayudas ofrecidas por el gobierno son fundamentalmente créditos de difícil obtención por las empresas más pequeñas y con más dificultades. Las medidas del gobierno, en general y como ha sido la tónica de su gestión, dejan la sensación de que la "Nueva Normalidad con Coronavirus" que promueven solo favorece a las grandes empresas y a la minoría más rica del país

Todavía están cercanas y resuena en nuestros oídos el estruendo de las multitudinarias y prolongadas movilizaciones que tuvieron lugar en todo el Chile y desde el 18 de octubre del año pasado, buscando y exigiendo una "Nueva Normalidad", una normalidad de más justicia y de condiciones de una mejor vida para la mayoría de la población, sin los groseros abusos a los que ha sido sometida desde el golpe militar de 1973 en adelante por las grandes empresas y sus dueños; la minoría rica del país.

La movilización por esas demandas está solo suspendida debido a la pandemia que estamos sufriendo, pero el gobierno y sus autoridades deben considerar que las causas del estallido social persisten dolorosamente para la mayoría de la población y serán ahondados por los daños que está sufriendo nuestro sistema económico, lo que la población espera es que las medidas que tomen beneficien a la mayoría y no solo a las grandes empresas y sus dueños la minoría más rica del país, como el gobierno, a la luz de sus hechos, persiste en favorecer.

La construcción de una "Nueva Normalidad con más Justicia" está en manos de todos los chilenos y depende de nuestra capacidad para movilizarnos en la nueva realidad, "con Coronavirus", que vivimos.-

Gabriel Rojas Oyarce
Dirigente Partido Comunista
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