Las clases se iniciaron ayer y son impartidas por un usuario haitiano, en dependencias del establecimiento de salud lololino.
El Hospital de Lolol está preocupado de que todos quienes habitan la comuna tengan un acceso lo más expedito posible a la salud, eso incluye el derribar la barrera idiomática que dificulta la atención de la comunidad haitiana residente. Es por esto que a partir de ayer lunes 17 de junio se darán clases de español a estos migrantes en la sala MEL del establecimiento hospitalario.
Julio Morales, encargado de Participación del establecimiento y uno de los organizadores de esta incitativa, afirma que "Las personas que van a participar de las clases de español pertenecen a la comunidad haitiana de Lolol. Estas clases contarán además con el apoyo de una profesora jubilada, que es integrante del consejo consultivo y la idea es que en un futuro podamos invitar a profesionales del hospital para que expongan temáticas de salud".
Por su parte, el director del Hospital de Lolol, Nicolás Ayala, indica que "Decidimos levantar el taller de español-creole porque siempre tuvimos la incógnita acerca de cómo acercar la salud a la comunidad haitiana en los procesos asistenciales. Entonces, hemos querido ver la situación a la inversa, entendiendo de que el lenguaje es muy importante para el desarrollo de las personas, y realizaremos este taller que nace de una idea del consejo consultivo, del equipo directivo y del equipo gestor del intersector y que tiene como objetivo invitar a toda la población haitiana a participar de un taller certificado y que a ellos también les sirva al momento de poder presentarse en términos curriculares a algún trabajo".
Cabe destacar que el hospital facilitará sus instalaciones, además de materiales (cuadernos y lápices) para su correcta implementación y una vez terminado, los alumnos recibirán un diploma que certifique su participación en el curso.
EL PROFESOR
Rudolf Alberto Mesidor, vive desde hace tres años en Lolol, antes de llegar a Chile ya hablaba español, gracias a cursos realizados en su país, además de reconocer que gusta mucho del español. Decidió quedarse en Lolol ya que lo encuentra muy tranquilo y sus habitantes muy agradables.
Respecto a cómo surge la idea de convertirse en profesor de español, Rudolf explica que "Esta idea la hicimos primeramente en nuestra iglesia, porque los hermanos vieron cuando llegaron que tenían dificultad con el lenguaje. Entonces el director del hospital y quienes pertenecen al consejo consultivo, me invitaron porque se hace necesario conocer el lenguaje para comunicarse, porque muchas veces se les hacía muy difícil, cuando ellos llegan al hospital tenían que preguntar por ayuda, luego me conocieron y todo el equipo del hospital me apoyó y desde ahí nació el proyecto".
Respecto a sus expectativas, Rudolf señala: "Yo creo que las clases de español van a ser un aporte tremendo, beneficiando tanto al hospital como a la comunidad haitiana, en caso de que se presente un hermano enfermo", finalizó el tutor./