Este fin de semana recién pasado, la categoría de bronce del futbol chileno dio el pitazo final para la temporada 2020 que producto de la pandemia finalizó este 2021.
En marzo del año pasado, estaba todo listo para dar el puntapié inicial, sin embargo una semana antes se comenzó a paralizar todas las actividades masivas en el país producto de la pandemia que recién comenzaba a mostrar su cara más cruda.
El fútbol no estuvo ajeno a ello y la Segunda División también se paralizó, incluso, antes de comenzar la temporada, los equipos tuvieron experiencias muy diversas en la conformación de sus planteles, pues algunos jugadores optaron por dar un paso al costado y buscar trabajos que les dieran rentas para llevar sus hogares, otros se mantuvieron entrenando en forma remota con recursos propios y los menos con contratos vigentes y recibiendo sueldos cada 30 días.
La división olvidada por los regentes de la ANFP, se armó con muchos nombres conocidos y con larga trayectoria en el fútbol chileno y más de algún ex seleccionado nacional, entre los que podemos mencionar Gonzalo Fierro, Hans Martínez, Michael Ríos, Arturo Sanhueza, Kevin Harbottle, Gabriel Vargas, Daud Gazale, Gerson Martínez, Matías Rubio, entre muchos otros.
Los meses pasaron y a mediados de septiembre se comenzó a jugar la temporada que tiene a dos equipos representando a la región, Colchagua Club de Deportes y General Velásquez. El equipo sanfernandino optó por ser protagonista desde el comienzo, incluso a mediados del campeonato rozaba los primeros lugares ilusionando a los herraduros, sin embargo, con cambio en la cabina técnica incluido, se fue quedando atrás y finalizó la temporada en el quinto lugar, a 18 puntos del líder. Por su parte, los del Cachapoal, armaron un plantel para la permanencia con muchos jugadores de la zona y un presupuesto muy reducido lo que se reflejó en algunas fechas donde, incluso, estuvieron en zona de descenso directo, pero se comenzó a dar una racha que los alejó del fondo y los hizo soñar con un mejor presente en la tabla, en la cual finalizaron un puesto por sobre los Colchagüinos con 33 unidades, también con cambio de director técnico en el camino.
Así, la segunda división sobrevivió a la pandemia y se jugaron sus 22 fechas, no sin mediar dificultades y contagios de COVID-19 de por medio en varios equipos que suspendieron varias jornadas de fútbol. El flamante campeón fue el equipo de Lautaro de Buin, quién de la mano de Carlos Encinas comandó al equipo metropolitano a lo más alto de la división y ascenso al futbol de la Primera B la próxima temporada, el goleador fue el lautarino Diego Cuellar con 15 anotaciones, los descendidos, paradójicamente, fueron los mismos que la temporada anterior habían ascendido desde la Tercera División, Deportes Linares y Deportes Concepción que ceden sus lugares a los ascendidos de esta temporada desde el amateurismo, Deportes Limache y Rodelindo Román.
Así se despide esta temporada la Segunda División y esperando que la próxima vuelvan a ser protagonistas nuestros queridos Colchagua y General Velásquez.
ROBERTO MADARIAGA GUENTECURA
DIARIO VI REGIÓN