A raíz de los aforos decretados durante la pandemia, me pareció positivo el buen uso de calzadas y veredas como expansión de los restaurantes en muchas comunas de las ciudades de nuestro país.
En esos momentos, expresé que las autorizaciones entregadas como provisorias seguramente se volverían permanentes, y que esto no era novedad, ya que en ciudades europeas estos permisos son normales para fomento del turismo y el desarrollo de la economía, junto con dar seguridad a los barrios y un buen uso del espacio público para beneficio de todos.
En el caso de la capital, es lamentable que los permisos otorgados en el Barrio Isidora Goyenechea hayan expirado el 31 de mayo. No veo razón para no renovar estos permisos que han generado vida y seguridad al lugar, junto a ingresos económicos al rubro gastronómico y trabajo a muchas personas, además de mejorar notoriamente el uso del espacio público, antes destinado al automóvil, convirtiéndolo en un atractivo sector, como ha sucedido en otros lugares de Santiago.
Yves Besançon Prats
Pastpresident Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA)