Las comidas típicas suelen ir acompañadas por medicamentos y sales que ayudan a proteger el estómago y contrarrestar la acidez. Sin embargo, el uso en exceso de algunos fármacos puede provocar serios riesgos, más aún cuando no están bajo la supervisión de un especialista. Acá te contamos las razones.
Entre empanadas, asados y vino, medicamentos como antiácidos y omeprazol se hacen recurrentes para evitar y enfrentar molestias estomacales. El problema está en el mal uso y abuso de los mismos, más aún cuando no existe prescripción médica de por medio. Así lo advierte Clarissa Gondim, Doctora en Farmacia y académica de Química y Farmacia de la Universidad San Sebastián.
“El Omeprazol es un fármaco inhibidor de la bomba de protones y se utiliza por ejemplo para prevenir úlceras gástricas”, explica. Asimismo, se usa para tratar el reflujo gastroesofágico y prevenir lesiones en el esófago a raíz de la acidez estomacal. “Se utiliza para evitar los efectos gastro-ulcerosos que podrían provocar otros fármacos como los antinflamatorios no esteroidales y corticoesteroides”, agrega.
Pero es categórica: el Omeprazol “Es usado para que evitar daños en la mucosa gástrica y su prescripción siempre debe ser realizada por un médico y no consumirlo sino existe un tratamiento específico”.
El riesgo que muchas personas, tras consumirlo alguna vez, continúan utilizándolo para aliviar malestares estomacales o lo ingieren antes para prevenir estas molestias, pero sin control médico.
Este medicamento podría provocar “Osteoporosis (daño en los huesos) tras un consumo prolongado en el tiempo, además de problemas renales, como nefritis aguda. Su uso a corto plazo puede provocar cefaleas, estreñimiento y náuseas”.
¿Qué pasa con los antiácidos?
“Su función es reducir los síntomas relacionados a la secreción ácida, como el dolor abdominal y sensación de ardor estomacal”, detalla la especialista. “No son para prevenir sino para tratar la acidez. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado porque todos los medicamentos pueden provocar efectos adversos”, agrega.
Entre ellos, “Estreñimiento, diarrea o náuseas, hasta meteorismo (gases) en el caso de los que contienen bicarbonato”. Todo depende de la composición del mismo. Y concluye: “El consumo de antiácidos debe ser ocasional y por un periodo corto de tiempo, acompañado de una alimentación saludable”.