La vitamina D es fundamental para fortalecer el sistema inmune, promover la absorción de calcio, la regulación del sistema nervioso, entre otros importantes beneficios. Sabemos que la falta de este micronutriente se da más en las personas mayores, porque sus capacidades de absorción y producción de esta vitamina están disminuidas. Sin embargo, diversos factores han hecho que ese escenario mute, haciendo que gran parte de la población se resienta, sobre todo la infantil, lo que fue evidenciado en un estudio realizado en 2020 por el INTA de la Universidad de Chile, Universidad Finis Terrae y Universidad Católica, con apoyo de NESTLÉ Chile.
De acuerdo con la investigación, cerca de 8 de cada 10 niños y niñas entre 4 y 14 años de las ciudades de Santiago, Concepción y Antofagasta, contaban con bajos niveles de este micronutriente previo a la pandemia, convirtiendo a Chile en uno de los países con mayores déficits de vitamina D descritos en la literatura internacional para este rango de edad.
En ese contexto, el Ministerio de Salud publicó el pasado 6 de julio el Decreto 48, que modifica el Reglamento Sanitario de los Alimentos, con el objetivo de incorporar cantidades de vitamina D en la leche y la harina. De esta forma, a partir de 2024, se obligará a que dichos alimentos que se elaboran y comercializan en nuestro país incluyan este micronutriente.
Un gran avance que va en línea con el liderazgo de empresas como Nestlé, donde nos adelantamos a esta exigencia, fortificando con esta vitamina más del 75% de nuestros yogurts y leches desde el año 2021, entendiendo la importancia de entregar alternativas que permitan su ingesta diaria. Asimismo, hicimos públicos los resultados del estudio de micronutrientes para que cualquier actor pudiera contar esta data y contribuir a solucionar esta problemática en el país. Esta política de fortificación es clave, ya que esta vitamina es naturalmente escasa en nuestra dieta, siendo los alimentos fortificados una de las principales fuentes para ayudar a cubrir sus requerimientos, en adición a la exposición solar.
Este es un ejemplo de cómo las políticas públicas y las iniciativas de la industria avanzan en una misma línea, además de evidenciar la relevancia de la investigación en nutrición y alimentación para el desarrollo de productos y políticas que permitan avanzar en los desafíos de salud pública del país, permitiendo que la fortificación con vitamina D sea hoy una realidad para mejorar este déficit en la población infantil y para las futuras generaciones.
Ángelo Liberona
Nutricionista Senior de Nestlé Chile