Por Salvador Pizarro Luco, Historiador
Magister © en Desarrollo Rural, Uach
Docente de Historia, Licap
Hablar “del campo” y la ruralidad en la Región de O´Higgins habitualmente consiste en alardear –con cierta pertenencia- de la buena mesa que nos brinda cada día. Esto acompañado de fragancias, y paisajes rurales, dignos de fotografiar. Esto, con el superficial objetivo de presumirlos por redes sociales, o al menos tener la suerte de aparecer en televisión abierta, en programas como: “Lugares que Hablan” o “Recomiendo Chile”.
Sin embargo, estudiar la ruralidad, implica un ejercicio profundo de comprensión y análisis, particularmente de las y los actores sociales que la componen. El capital humano encargado de brindarnos las sensaciones placenteras mencionadas anteriormente, reciben el peculiar nombre de “temporeros y temporeras agrícolas”.
Sin embargo ¿Qué significa ser temporero/a agrícola.
De acuerdo al VIII Censo Nacional Agropecuario y Forestal del año 2022 define que, “temporero agrícola corresponde a todas aquellas personas que poseen un acuerdo o contrato de trabajo por obra y faena, o limitado a la temporada, así como aquellos trabajadores y trabajadoras a plazo fijo, igual o menor a tres meses.”
A propósito de lo anterior, en abril de 2013, el “Centro de Políticas Públicas UC” levantó la primera encuesta de temporeros en Chile con un marco muestral. Es decir, por primera vez existen estadísticas representativas de los empleados agrícolas temporeros, contratados por faena o por un plazo breve (menor a tres meses), donde muchos pueden seguir empleados/as en agricultura a lo largo del año.
El mismo estudio, menciona que la gran mayoría de los/as trabajadores/as negocia su contrato o acuerdo de trabajo con el patrón o el dueño de la explotación, conocido como “trabajar a trato”, destacando que el 56% de la mano obra agrícola nacional se concentra en la cosecha de frutas entre diciembre y abril, donde muchas veces este grupo está conformado por estudiantes o dueñas de casa, quienes el resto del año realizan otras actividades.
Respecto a la producción de duraznos para la industria, la poda es una práctica que regula la capacidad vegetativa y reproductiva de las plantas. Esa capacidad está definida genéticamente por la variedad y es fuertemente influenciada por el portainjerto y por las condiciones del clima, suelo y manejo del cultivo. Así, en durazneros, la poda es la práctica cultural de mayor incidencia sobre los rendimientos y la calidad de los frutos y, por ende, influye significativamente en la rentabilidad del cultivo.
En palabras de Ximena Valdés -estudiosa de los oficios rurales del valle central- la poda, adquiere bajo mi percepción, la sinopsis de una realidad oculta. Esta analogía, no es mero capricho, por el motivo que este otoño 2022 ha sido el más frío en los últimos 55 años. De acuerdo a la dirección Meteorológica de Chile, el 1 de junio a las 08:00 am, en El Tambo, sector urbano de San Vicente de T.T llegó a la T° -1C.
La pregunta inevitable es ¿cómo trabajan las y los temporeros en condiciones climatológicas, morfológicas y geográficas tan frías? Pues ahí el ingenio, la pachorra, y la convicción de llegar a fin de mes, en tiempos de pandemia y crisis económica, motivaciones personales más que pertinentes se transforman en el motor natural de “las y los trabajadores del clima”.
“Entre nos, y por respeto al oficio, un amigo temporero, ya curtido en la poda, me comentó: “Oiga, honestamente (mientras se sirve un jote) todavía no hacemos fuego. Pero un cortito de pisco y ron, no vienen nada de mal. Sobre todo, cuando –el amigo, del amigo- trae el parlante, y escuchamos rancheras en la emisora Radio Éxitos, de San Vicente. Aunque este último tiempo no lo ha traído na’, anda bien chueco.”
¡Vivan las y los temporeros de nuestra VI Región, los buenos jefes y patrones, todos y todas patrimonios vivos de nuestra ruralidad! Que por cierto, a propósito del pasado día de Los Patrimonios en Chile, elementos culturales como estos, estuvieron ausentes en el magno evento organizado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
Agradecimientos a Parcella Rapallo