Podemos comenzar analizando la pregunta de la neutralidad del Derecho desde la definición de las ideologías. Según el autor Van Dijk en 'Política, ideología y discurso', podemos entender que se trata de creencias axiomáticas pertenecientes a un grupo social, y que generan tanto identidad como sentido de pertenencia al mismo tiempo que permiten entender, interpretar y comprender aquellos discursos de la comunidad ideológica a la que se pertenece, así como también respecto de aquellos grupos distintos al propio.
Así, la ideología logra determinar la existencia de un grupo de pertenencia ("nosotros") y un grupo distinto ("ellos"), separando a los individuos y calificándolos dentro o fuera de una categoría. De este modo, realizando una mirada superficial a la definición, nos encontramos con una conducta bastante natural en los seres humanos, pero que desde hace siglos, y recientemente con la incorporación de la perspectiva de género a la función jurisdiccional, se ha intentado excluir respecto de quienes están encargados de ejercerla. Vale preguntarse, entonces, ¿es neutral el Derecho? Y si no es así, ¿debería serlo?
Ciertamente es una pregunta compleja para algunos. Aunque caiga en un dualismo problemático, creo que podemos identificar una clara tendencia a incorporar ideologías como una necesaria dosis de realismo en las normas sociales y jurídica; así, desde hace años que hemos visto como se ha cambiado la forma en la que se dictan leyes y resuelven procesos relacionados con el sexismo, cambiando costumbres inexistentes en la práctica al momento de resolver controversias; basta con analizar el razonamiento de los recursos de protección y otras materias por nuestros Tribunales Superiores.
Por otro lado, hay quienes aluden a la objetividad como una cualidad alcanzable por los jueces al llegar a este cargo. Tal y como le señala la abuela de la Reina Elizabeth II en la aclamada serie 'The Crown' al asumir como la cabeza de la Corona: "Debes poner de lado tus sentimientos, ya que el deber llama (...). Y cuando llores a tu padre, también deberás llorar a otra persona: a ti misma. Hoy ha sido sustituida por otra mujer, la Reina Elizabeth. Ambas entrarán en conflicto a menudo, pero la Corona debe ganar, siempre debe ganar".
Hoy, más que entregar una respuesta, creo que se hace importante reflexionar sobre la pregunta realizada, pues hoy nos encontramos frente a un creciente pluralismo de ideologías en Occidente, principalmente por la incorporación de grupos que históricamente se habían excluido del diálogo público. Es decir, nuestra sociedad, más que cambiar, le ha dado voz a quienes se vieron silenciados, desde el reconocimiento del derecho civil al voto de la mujer hasta la reciente vigencia del matrimonio entre dos personas sin importar su sexo, nuestro país es tierra de diversidad; debemos formar una opinión en cuanto a cómo está impactando aquello a nuestra función jurisdiccional, y cómo, más allá de nuestra aprobación o no, significará crear una comunidad, un "nosotros", distinto.
Ignacia Vergara Caroca
Abogada