Por: Esperanza Faúndez E.
Directora de las carreras Técnico en Trabajo Social y Servicio Social
IP Santo Tomás Rancagua
Durante noviembre varias disciplinas de las Ciencias Sociales conmemoraron su día; puntualmente el Día del Asistente Social se conmemora el 11 del mes. Estas fechas nos invitan más bien a reflexionar una vez más sobre nuestro rol en la sociedad y cómo podemos aportar al desarrollo de las personas, grupos, comunidades o instituciones.
Actualmente, cuando estamos aún bajo la incertidumbre del contexto sanitario – que ha puesto aún más de manifiesto problemas sociales que se creían extintos o en retroceso, pero que nos damos cuenta estaban aún lejos de desaparecer – debemos prepararnos para el trabajo post pandemia.
Será siempre importante activar las redes comunitarias e institucionales, las cuales permitan conectar las políticas públicas y programas sociales con la ciudadanía. De esta forma, también se podrá democratizar la participación, acercar, acompañar y finalmente canalizar de mejor forma las necesidades existentes de la población.
El factor tecnológico
Todos y todas las y los profesionales debemos también formarnos, prepararnos para lo que significa el trabajo a distancia. La comunicación hoy transitará no sólo por medios tradicionales, sino que se deberán incorporar a nuestro trabajo elementos de la tecnología, los cuales sin duda han sido parte de nuestra vida durante estos casi dos años. En este sentido, será efectivo flexibilizar e incorporar prácticas innovadoras que permitan resguardar espacios de intervención justos y eficaces.
Actualmente, la OIT ya está planteando perspectivas sociales y de empleo, donde el trabajo apunta hacia metodologías no tradicionales. Sin embargo, esto último implicó e implicará cuestionar nuestro rol para instalar estas prácticas con responsabilidad, sentido ético y, sobre todo, con la consideración en el acceso y el nivel de entrenamiento adecuado que tengan (o no) las personas para el uso de estos medios de comunicación “no tradicionales”. No podemos dejarlos atrás, nuestra tarea por tanto también deberá tener una mirada inclusiva y participante.
Estamos, sin duda, también llamados a alcanzar una conciencia hacia el medio ambiente, desde el punto de vista de una mirada y un modelo ecológico de trabajo. La sexta edición del informe de la OMS sobre la brecha de adaptación relacionada al cambio climático, titulado "La tormenta que se avecina", concluye que los costos estimados de adaptación en los países en desarrollo son de cinco a diez veces mayores que el financiamiento actual para dicho propósito; por lo tanto, se concluye que existe una necesidad urgente de incrementar la financiación para la adaptación climática. Esencial parece también en este ámbito, el empoderamiento de la comunidad, la participación en prácticas de auto sustentabilidad y conciencia ecológica.
Sin duda tenemos una enorme tarea por delante, que quizás nadie nos mencionó cuando decidimos emprender este camino de trabajar para y con las personas, pero que hoy estamos llamados a enfrentar, ¿por qué?, porque creemos en un mundo que siempre puede ser mejor. Deseo un feliz mes a todas las profesiones que día a día trabajan para ese mundo mejor.