“La poesía es el resplandor desconocido y el poema la cabeza del degollado que se precipita y rueda manchando con sangre la hoja en blanco” -Jorge Valiente-
Continuamos con la difusión de quienes integraron Face to Facebook. Ahora corresponde alzar la mirada y poner nuestros sentidos en Asia, precisamente en Taiwán, territorio donde escuchamos ecos ancestrales, en la diáfana voz de una poeta que visitó la comarca de ensueños el año 2014 en el Evento literario: “Tras las huellas del poeta”, organizado por El Centro de Extensión Cultural LibreArte.
Miao-Yi Tu (1961)
- Es una poeta, escritora, editora y artista taiwanesa. Actualmente es miembro del comité de Literatura Taiwanesa Battlefront.
- Es asociada del Grupo de Comunicación Internacional de Literatura de Taiwán.
- Trabajó durante ocho años como editora de páginas de literatura en varios periódicos.
- Obtuvo su título de BT en literatura china en la Universidad Nacional Chung Hsing, Taiwán.
- Asistió a la Universidad Budista Dharma Realm (Estados Unidos).
- Forma parte del Movimiento Poetas del Mundo.
- Participó en el Festival Internacional de Poesía en Chile (2014), Taiwán (2015,2016), Bolivia (2017) y la Cumbre Internacional de Poetas de Dhaka (2018).
Ha obtenido diversos premios literarios:
- Premio Literario Tayouan
- Premio Literario de Taipei
- Premio Literario Lin Rung-san
- Premio Literario Nan-ying
- Premio de Poesía Femenina Ye-hong
- Su ensayo “El terreno sigue siendo el jardín” ???????obtuvo el primer premio del Premio de literatura Fu-cheng (2007).
- Primer premio del Premio de historia corta Wu Cho Liu (2011)
- Premio Literario Kathaka (2018)
Obras publicadas:
- En taiwanés el poemario Yearning ?? (2016)
- The Epiphany of Feet libro de poesía bilingüe mandarín / inglés (2018)
- The Black Ghost, libro de cuentos (2019)
Las hijas de Siraya
(Miao yi-tu/ poeta taiwanesa)
Ellas son hijas de Siraya,
pero no saben que
en sus ojos falta el alma.
Aunque encuentren con el espíritu ancestral
bajo el árbol de coral indio,
no pueden iniciar una conversación,
porque la abuela solo habla siraya,
y ellas japonés, taiwanés, mandarín, inglés,
pero no siraya.
Se miran la una a la otra,
pero no pueden comunicarse.
La abuela vivía cuando los ciervos corrían la tierra.
Le gustaba cantar y cuidar a ellos en la colina.
Solía poner flores en la cabeza;
cultivaba camote en el campo;
criaba a sus niños en la choza.
Murió en el campo desolado sin ciervos ni árboles,
sobre su tumba se levantaron rascacielos brillantes.
La muerte puso fin a sus cantos
y nadie entiende sus cantares,
ni siguiera sus descendientes.
Desconocen su lengua materna, las hijas de Siraya
bailan al compás de la música colonialista,
y beben con total ignorancia.
-Traduccion: Khedika Gadhoum-
Por: Jorge Albornoz Figueroa
Escritor, Gestor Cultural, Presidente CECLA