Si bien las teleconsultas funcionaban antes de la llegada del Covid-19, ahora se puede apreciar el aumento explosivo de esta modalidad. Entre marzo y octubre de 2020, en Chile, éstas se intensificaron en un 900%, siendo las mujeres quienes más usaron este tipo de atención. Con esto, podemos afirmar que la telemedicina llegó para quedarse.
La tecnología ha sido un gran aliado para satisfacer múltiples necesidades, ya existen plataformas y sistemas que aprovechando las actuales tecnologías permiten incluso transmitir a kilómetros el examen físico del paciente, como auscultación respiratoria y cardiaca, fotografías de regiones de importancia clínica como la faringe o el oído. En salud, las aplicaciones móviles permiten que la consulta se encuentre al alcance de más personas en zonas de difícil acceso, dificultades de desplazamiento o con movilidad reducida, aportando además, la reducción de listas de espera, descongestión de recintos de salud y prevención de contagio.
Es por esto que el uso de las innovaciones en la medicina, más un equipo de especialistas capacitados, entregan humanidad y contención a un grupo de personas que merece más seguridad en tiempos donde la incertidumbre es la protagonista.
Ronald Valenzuela, médico y creador de DocMovi