Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) los coronavirus son una familia de virus que se pueden encontrar tanto en humanos como en animales. Entre humanos, el contagio se produce a través de las secreciones respiratorias de una persona infectada cuando entran en contacto con las mucosas de la boca y la nariz de otra persona. Entonces, cuando ingresa un virus en el organismo, invade nuestras células para poder sobrevivir y replicarse, tratando de esconderse del sistema inmune.
Cuando un virus ingresa en nuestro organismo, se coordinan diversos mecanismos celulares para reconocerlo y poder eliminarlo. Entonces, las células producen señales que son detectadas por otras células, como los linfocitos T, para comunicar al exterior lo que ocurre en su interior. Así, las células infectadas son destruidas cuando son reconocidas por estos linfocitos T. Habitualmente, cuando se origina una nueva infección por el virus, nuestro sistema inmune lo recordará, generándose la memoria inmunológica, de tal manera que, si se produce una nueva infección, nuestro sistema inmune lo combatiría de una manera más rápida y eficaz. Sin embargo, todavía no se ha podido concluir si existe dicha memoria para este coronavirus.
Finalmente, se puede destacar que, aunque la enfermedad esté causada por este nuevo virus, en una persona sana, una sólida respuesta inmunológica fue asociada con la recuperación de manera similar a lo que se observa en pacientes con gripe.
El test en Chile se realiza solamente a aquellas personas que al ser evaluados por un especialista sean calificadas como caso sospechoso de COVID-19 (fiebre, tos, dificultad para respirar). Sin embargo, casos como en Alemania nos muestran que una de las claves de la baja mortalidad podría ser debido a la identificación temprana de los portadores del virus, lo que frenaría la expansión del virus, sobre todo detectando a las personas asintomáticas, las cuales resultan ser fuentes de alto contagio.-
Dra. Carolina Otero
Académica Escuela Química y Farmacia U. André Bello