Nació el 1 de enero de 1856 en la ciudad de San Fernando. Estudió humanidades en el Inst. Nacional y se tituló de médico cirujano en 1879. Al estallar la guerra ingresó a la armada como cirujano primero y en ese carácter se encontró a bordo de la Esmeralda al ser espoloneada por el Huáscar.
Sobrevivió a aquella hecatombe y gozó en vida de grandes homenajes. Era modesto y hablaba muy rara vez de aquel combate, que pudo costarle la vida y que le dio relieves de héroe.
Y así, con palabras sencillas y espartanas, relataba la gloriosa epopeya.
Después de la campaña fue enviado a estudiar medicina militar a las clínicas europeas. Se especializó en cirugía.
A su regreso de Europa combatió el cólera en la provincia de Aconcagua (1886); tuvo a su cargo los servicios sanitarios del ejército y al mismo tiempo fue profesor de patología quirúrgica en la Escuela de Medicina.
Periódicamente iba a Europa y se asimilaba los últimos procedimientos científicos.
Al regresar de uno de esos viajes, se encontró con la revolución del 91 y se plegó a ella con el grado de cirujano 1º.
En diciembre de aquel año fue nombrado jefe de las salas militares, en 1896 cirujano de la 2ª zona militar y el 98 se le confió la dirección general de la Sanidad Militar.
En este puesto desarrolló intensa labor organizadora. Se acogió a la jubilación en 1910, pero continuó prestando servicios de todas clases y realizó varios viajes a Europa para imponerse de los últimos adelantos médicos.
Además de sus cargos oficiales, fue profesional de vastos conocimientos, ejerció su apostolado en varios hospitales de caridad. Fue profesor de la Escuela de Medicina, presidente de la Soc. Médica y miembro entusiasta de la Cruz Roja de Chile.
Como homenaje a su memoria, se le tributó una hermosa velada el 21 de mayo de 1929, en el salón de honor de la Univ. y en ella se pronunciaron elocuentes discursos de reconocimiento y de glorificación. Ese mismo día, publicó el Dr. D. Juan E. Ostornol, jefe del servicio sanitario del ejército, una hermosa biografía en que recordaba los principales rasgos del héroe-médico.
Y agregaba: "Allí en Francia, en los alrededores de Niza, la tierra del sol, de las flores, y que es como la alegría de la naturaleza, lejos de su patria y de sus amigos, ha muerto el Dr. Guzmán, este hombre grande que como médico y como soldado sirvió a su patria, con honor y con gloria, y que al morir lega como recuerdo, a sus amigos y al cuerpo médico de Chile, una vida entera, inmaculada, llena de grandes acciones y de imperecederas lecciones de honestidad y de labor, en el cumplimiento de sus deberes militares, profesionales y ciudadanos".
Fallece el doctor Francisco Cornelio Guzmán Rocha, el 12 de Julio de 1928, a la edad de 72 años, en Vence, Barrio de San Michel, en el Hotel de "Astra" a las 21 horas. Sus restos fueron repatriados a bordo del vapor Maipo desde LE HAVRE, con destino a Valparaíso, donde fueron depositados en el Monumento a los Héroes.
El 21 de mayo de 1929, como ya lo hemos dicho, se celebró en la Universidad de Chile una velada de glorificación a su memoria, auspiciada por un grupo de personalidades médicas y de nuestro mundo social. Hablaron varios oradores, se cantaron romanzas y se tocaron hermosos himnos musicales. Fue una fiesta de glorificación, solemnizada por la concurrencia de altas personalidades científicas y de representación social y pública.
Era casado con doña Mercedes Aguirre Mercado, hermana del antiguo abogado serenense D. José Agustín Aguirre (V). Dos de sus hijos han tenido figuración científica: D. Guillermo y D. Luis Guzmán Aguirre./
Por Ramón Riquelme Romero