Paula Castro, alumna del segundo medio B del San Fernando College, es una de las nueve adolescentes que representa uno de los testimonios reales de femicidio, violencia, abuso y acoso adolescente.
Autora: Karina Barrientos
Paisajes para no colorear, de la idea al acto
El director de teatro Marco Layera, durante el año 2016, se plantea como desafío mostrar los acontecidos actos de violencia cometidos contra adolescentes de sexo femenino en nuestro país. Es así como la brutalidad de estos hechos remitió a que el director se planteara muchas interrogantes en torno a la realidad y a lo que están expuestas las adolescentes, cómo se desenvuelven y socializan entre sus pares, cómo interactúan con sus historias ante el presente de nuestro país y con los discursos y cambios sociales de este tiempo, cómo se posicionan frente a un mundo adulto que ha naturalizado la violencia de género. De esta forma y bajo estas interrogantes y planteamientos es que este desafío comienza a tomar forma a través de un largo proceso, que comienza en marzo de 2017 al realizar talleres de teatro en las comunas de Santiago para conocer la realidad de las adolescentes. Durante el mes de diciembre de 2017 hace dos audiciones a la que llegan cerca de 140 jóvenes, de las cuales escoge 20. En el mes de enero de 2018 realiza taller de teatro, con la finalidad de conocer las aptitudes de cada una de ellas y seleccionar a las nueve adolescentes para actuar y dos de ellas para integrar el equipo de dramaturgia, llegando a la concretar la obra con jóvenes de entre 13 y 17 años, que opinan y cuentan historias basadas en hechos reales, a partir de casos aparecidos en prensa o de experiencias vividas por ellas y sus pares. Algunos de los casos que inspiraron a Leyera son el de Lissette Villa, que tenía 11 años cuando murió asfixiada porque una cuidadora de 90 kilos se sentó sobre ella para controlarla, o el de Tania Águila, que murió a los 14 años cuando su pololo la atacó con una piedra en la cabeza, también el de Florencia Aguirre, que tenía 10 años cuando su padrastro la asfixió con una bolsa, la quemó y la enterró en la leñera de su casa. Estos casos, entre otros se convirtieron en el sustento para dar forma al texto que se creó colectivamente con las adolescentes.
Vulnerabilidad, estigmatización, violencia y rebeldía es lo que muestran estas Nueve adolescentes chilenas que en escena exponen su forma de enfrentar el mundo y la violencia de la que han sido testigos y víctimas.
Paula Castro, un talento, una historia.
En septiembre del 2017, Paula de 15 años, ingresa el Grupo de teatro La Chacra, dirigida por los actores Juan Muñoz y Karem Olivares, quienes comunican al grupo sobre un proyecto que se estaba realizando en Santiago, para una obra de adolescentes con temáticas propias de la edad y las fechas de las dos audiciones en diciembre de 2017. En las audiciones se debía mostrar un talento que identificara a la persona, Paula baila DanceHall. Luego de haber audicionado queda seleccionada entre las 20 jóvenes que participarán de un taller en enero de 2018, en el cual se eligieron a las nueve adolescentes que contarán los relatos. Así Paula se hace cargo de actuar la historia de Bullying escolar, la que resulta muy conmovedora pues en ella se utiliza una pantalla grande en la que se proyecta el rostro de la actriz en primer plano, quien muestra a la cámara los mensajes ofensivos que recibe por parte de sus compañeros, junto a la expresión y el dolor de su relato desde el encierro de su casa, espacio, donde encuentra la tranquilidad que no tiene el colegio, lugar al que deja de asistir. Sin embargo, esta seguridad se ve mermada por el hostigamiento que le realizan sus compañeros a través de internet, lo cual genera que su personaje piense en el suicidio. La posibilidad de poder narrar este episodio en público, le ayuda a recobrar su autoestima, recuperarse a sí misma y reírse y bromear con lo que antes eran los insultos de otros.
- ¿Durante cuánto tiempo, las actrices ensayaron Paisajes para no colorear?
Desde marzo hasta fines de julio, tres días de la semana martes y jueves de 16:00 a 20:00 horas y el sábado de 10:00 a 19:00 o 20:00 horas, yo asistía los días jueves y sábado. En vacaciones de invierno ensayábamos desde las 10:00 de la mañana hasta las 19:00 0 20:00 horas y los últimos días hasta las 22:30 horas.
- ¿Cómo fue para ti quedar seleccionada en el elenco y actuar en esta obra?
Para mí, quedar entre las nueve adolescentes que trabajarían en este proyecto fue súper importante porque quería ser parte de este gran proyecto. Me gusta actuar, pero más allá de eso me gusta el mensaje que deja esta obra, por lo potente que es, ya que evidencia la lucha que empiezan las mujeres adolescentes chilenas, donde manifiestan que quieren lograr un cambio en la sociedad, esta obra es nuestro espacio para decir todo lo que queremos. Hemos observado que tanto los adultos, adolescentes y padres se han sentido identificados con lo que hablamos y que a partir de la obra se genera un cambio de visión, lo que me reconforta, ya que nos han dicho como grupo que las temáticas que se muestran de verdad ocurren y han generado un cuestionamiento de su pensamiento.
- ¿Cómo fue para ti el estreno de la obra?
El día del estreno fue el 03 de agosto y fue un día con muchas emociones encontradas, estaba muy nerviosa, pero a la vez tranquila, me sentía preparada y que todo el esfuerzo estaba ahí, al momento de estar en el escenario me sentía feliz, además de que estábamos entregando un potente mensaje a la sociedad para que reflexionara en temas de femicidio, violencia, abuso y acoso adolescente. Mis padres estaban presentes y al verla obra quedaron sorprendidos, me felicitaron por ser parte de ella y hacer visible los problemas que vivimos las adolescentes, y como en todo lo que hago me entregaron todo su apoyo./