Faltan pocas horas para esa noche mágica, en que en Palestina, en la ciudad de Belén, nació Nuestro Señor Jesucristo. Él trajo un mensaje de paz al mundo a todos los hombres y mujeres de buena voluntad. Hoy más que nunca toma mucha fuerza en nuestro país sumido en divisiones y enfrentamientos como nunca habíamos vivido.
Llevamos más de sesenta días en un clima totalmente desconocido en nuestra tierra. Miramos al cielo y rogamos al altísimo que bendiga a nuestra Patria y que logre juntar a los corazones de chilenas y chilenos, nacidos en esta querida nación.
Las palabras, paz en el cielo y en la tierra a los hombres de buena voluntad, se escucharán con fuerza y emoción en la noche del 24.
Queridas y queridos compatriotas, que tengan una Feliz Navidad.
Por: Rafael Cumsille